El futuro de Europa y la lección de Putin

Toda crisis puede convertirse en una oportunidad; depende de nosotros. El violento ataque de Rusia a Ucrania deja al descubierto todas las contradicciones de un proyecto de integración europea aún incompleto. Ahora es el momento de reforzar la soberanía europea en materia de energía, seguridad y defensa. De abordar por fin la cuestión de un cambio constitucional profundo, que cree las condiciones para una verdadera democracia multinivel construida sobre el modelo federal: el único capaz de garantizar un equilibrio entre las identidades locales, nacionales y supranacionales.

Fabio Masini es el director de EURACTIV Italia.

Putin, con este ataque puramente ofensivo a un país soberano, nos ha recordado que sólo formando parte de una comunidad continental con capacidad económica, política y militar (al menos de disuasión) similar a la de las otras grandes potencias podemos hoy defendernos de sus inestables ánimos. Ya sea la Rusia de Putin hoy, o la América de Trump ayer. Y quién sabe lo que puede pasar mañana. Una verdadera comunidad, que no tenga que recurrir en caso de emergencia a consultar a 27 centros de poder diferentes para buscar una síntesis entre intereses sólo aparentemente diferentes.

Precisamente para prepararse para un futuro incierto es urgente que Europa dé hoy los pasos que se ha negado a dar durante décadas. Ya en los años 50, Europa había comprendido la urgencia de disponer de un ejército europeo único y de una política única en materia de energía, grandes infraestructuras de transporte y comunicación. Un proyecto abandonado. Abandonado bajo la ilusión de que cada país podía seguir defendiendo sus intereses por su cuenta, sin una visión estratégica compartida.

Hoy estamos pagando los errores de esa gran ilusión. Y del letargo que permitió a Europa contentarse con un modelo de integración en constante construcción, siempre con la incertidumbre de si volver a una estructura confederal-intergubernamental o avanzar hacia formas más completas de compartir la soberanía, hacia un modelo federal. Hasta que, al menos así nos atrevemos a esperar, nos despertamos en estos días bajo los golpes de la artillería rusa sobre Kiev, entrando en nuestra intimidad a través de los medios de comunicación sociales y tradicionales.

Golpes que deberían haber mostrado la urgencia de reforzar el componente europeo de la soberanía. Con la interconexión inmediata de las redes de almacenamiento y distribución de energía para evitar nuevos chantajes; y una estrategia unificada de compra a los países productores, para reforzar nuestra posición negociadora. Con la creación de campeones europeos en sectores industriales estratégicos como la ciberseguridad, el sector aeroespacial, la defensa. Y una visión compartida en política exterior.

Estos son los mismos puntos sobre los que el Grupo Spinelli en el Parlamento Europeo se expresó en un comunicado de prensa el 26 de febrero. Si Europa quiere tener un futuro, es hora de demostrar que ha entendido la lección de Putin. Y de proceder a reforzar su actuación global y su credibilidad.