Rusia responderá de forma proporcional a la expulsión de sus diplomáticos de varios países occidentales, declaró a última hora del lunes (4 de abril) el ex presidente ruso y jefe adjunto del Consejo de Seguridad, Dmitri Medvédev.
«Todo el mundo conoce la respuesta: será simétrica y destructiva para las relaciones bilaterales», dijo Medvédev en una publicación en su canal de Telegram.
«¿A quién han castigado? En primer lugar, a ellos mismos».
«Si esto continúa, será conveniente, como ya escribí el 26 de febrero, cerrar la puerta de las embajadas occidentales», dijo Medvédev. «Será más barato para todos. Y entonces acabaremos por mirarnos sólo con la mira».
El lunes, Francia dijo que expulsaría a 35 diplomáticos rusos por las acciones de Moscú en Ucrania y Alemania declaró a un «número significativo» de diplomáticos rusos como indeseables,.
Alemania decidió declarar indeseables a un «número significativo» de funcionarios de la embajada rusa, dijo la ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, y añadió que Berlín también aumentará su apoyo a las fuerzas armadas de Ucrania.
«Las imágenes de Bucha atestiguan una increíble brutalidad por parte de los dirigentes rusos y de quienes siguen su propaganda», dijo Baerbock en un comunicado, refiriéndose a las matanzas de civiles en el norte de Ucrania.
«Por lo tanto, el Gobierno Federal ha decidido hoy declarar indeseables a un número importante de miembros de la embajada rusa que han trabajado aquí en Alemania todos los días contra nuestra libertad, contra la cohesión de nuestra sociedad.»
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania tiene una lista de 104 diplomáticos rusos acreditados en Alemania.
«Estamos lanzando nuevas respuestas con nuestros socios», añadió. «Reforzaremos aún más las sanciones existentes contra Rusia, aumentaremos con decisión nuestro apoyo a las fuerzas armadas ucranianas y también reforzaremos el flanco oriental de la OTAN».
El 30 de marzo, Slovakis expulsó a 35 diplomáticos rusos tras surgir varias acusaciones de espionaje.
El 29 de marzo, Bélgica, los Países Bajos e Irlanda expulsaron a un total de 42 diplomáticos rusos, algunos por presunto espionaje, en lo que el primer ministro irlandés dijo que era una medida coordinada.
El 23 de marzo, Polonia dijo que había expulsado a 45 diplomáticos rusos acusados de espionaje, y Bulgaria y los tres países bálticos echaron a un total de 20 diplomáticos rusos el 18 de marzo.
