A pesar de la emigración masiva a Occidente, Rumanía ha visto aumentar el número de médicos, pero la proporción actual (346 médicos por cada 100.000 habitantes) sigue siendo insuficiente, y las partes interesadas afirman que deben encontrarse soluciones a escala de la UE con la correcta aplicación del Fondo de Recuperación Postpandémica.
«En los últimos cinco años ha aumentado el número de médicos en Rumanía, ahora estamos más cerca de la media europea (actualmente tenemos 346 médicos por cada 100.000 habitantes), pero no es suficiente», declaró en marzo el ministro de Sanidad, Alexandru Rafila, durante una reunión de alto nivel de la Oficina Regional para Europa de la OMS sobre recursos humanos en sanidad, celebrada en Bucarest.
Rafila afirmó que Rumanía vivió un largo periodo, «que esperamos que haya terminado», en el que más de 10.000, probablemente 15.000 médicos rumanos emigraron en general a otros países de la Unión Europea y a Estados Unidos y Canadá.
El número de enfermeras que abandonaron el país es aún mayor: más de 21.000.
Actualmente, hay alrededor de 65.000 médicos en Rumanía, más que en 2018, cuando el país decidió aumentar sustancialmente los salarios de los trabajadores sanitarios, según el Instituto Nacional de Estadística (INS).
Sin embargo, las autoridades no saben exactamente cuántos médicos han abandonado el país desde su adhesión a la UE en 2007.
En 2019 y 2020, 5.188 trabajadores sanitarios solicitaron certificados de buena reputación emitidos por el Colegio Rumano de Médicos y necesarios para trabajar en el extranjero: 2.173 en 2020 y 3.015 en 2019, según el Ministerio de Sanidad.
Sin embargo, estas cifras incluyen a médicos, dentistas y farmacéuticos que son ciudadanos de Rumanía, de otros Estados miembros de la UE y de terceros países.
No hay médicos en muchas zonas rurales
El presidente del Colegio de Médicos de Rumanía, Daniel Coriu, afirma que hay dos «países», uno con exceso de médicos y otro sin médicos.
Más del 50% de los médicos se concentran en las zonas universitarias, es decir, Bucarest, Dolj, Timiş, Cluj, Mureş e Iasi.
«En estas zonas universitarias hay suficientes médicos, pero no en el resto del país. Tenemos un gran, gran problema», afirma Coriu.
Tres condados tienen menos de 300 médicos, y diez menos de 500.
Con el apoyo de la OMS, Rumanía adoptó en 2022 su primera estrategia relativa al desarrollo del personal sanitario. El ministro de Sanidad expresó su esperanza de que los problemas regionales relacionados con los recursos humanos sanitarios se resuelvan de aquí a 2030.
Entre otras iniciativas, pronto se desarrollará un proyecto piloto para mejorar las condiciones de vida y la accesibilidad en las zonas rurales para atraer a los trabajadores sanitarios.
«El impulso para que los médicos trabajen en el campo viene dado no sólo por el hecho de que dispongan de una consulta equipada, sino que tenemos que encontrar soluciones que se ocupen también de sus familias…».subsanar la falta de instalaciones y profesionales.
«Propongo una norma europea para una sanidad de calidad. Que un ciudadano europeo, ya esté en Iași, en Bacău, en Bruselas o en París, se beneficie de la misma atención sanitaria, del mismo acceso a las investigaciones o a los procedimientos médicos avanzados», dijo Ciuhodaru.
Y añadió: «Aunque los sistemas sanitarios se encuentren dentro de los Estados miembros, algunos programas para madres e hijos, patología cardiovascular, accidentes cerebrovasculares, etc….. podrían financiarse con fondos de la UE».
Concluyó que el apoyo de la UE a los sistemas sanitarios de los Estados miembros podría asemejarse al mecanismo europeo de protección civil, pero sería permanente y no sólo se activaría cuando surgiera una crisis.
Necesidad de planificación a largo plazo
La ministra de Sanidad aprobó en marzo de 2023 planes de acción sectoriales para el desarrollo de los recursos humanos sanitarios en el periodo 2023-2030.
Estos planes siguen a la aprobación en junio de 2022 de la Estrategia Plurianual para el Desarrollo de los Recursos Humanos para la Salud en el periodo 2022-2030, cuyo objetivo es atraer profesionales sanitarios a las zonas desatendidas y mejorar la formación, la contratación, la retención y la motivación del personal. La estrategia forma parte del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR).
Una de las principales medidas de esta estrategia incluye la mejora de la calidad de las instalaciones sanitarias y de las infraestructuras esenciales necesarias para garantizar prácticas médicas seguras con fondos europeos.
Otra medida consiste en colaborar con las autoridades locales para motivar a los profesionales sanitarios a trabajar en los centros médicos locales. Este objetivo puede lograrse ofreciendo beneficios monetarios y no monetarios, como la cobertura de los costes de transporte al lugar de trabajo, la oferta de opciones de alojamiento o la ayuda para reubicar a las familias de los profesionales sanitarios.
La estrategia a largo plazo también pretende colaborar con las universidades de medicina y farmacia para garantizar una formación médica de alta calidad que satisfaga las necesidades de los pacientes. Además, abordar el reto de coordinar el número de estudiantes con el número de residentes y los puestos disponibles en el sistema sanitario es otro aspecto crucial a tener en cuenta.
Otras medidas mencionadas son la creación de una plataforma nacional para anunciar públicamente todos los puestos disponibles dentro del sistema sanitario y aumentar el número de puestos vacantes en regiones y especialidades donde hay escasez de personal médico.
