Polonia y Hungría se vuelven más autoritarias, según un grupo de derechos

Hungría y Polonia se están volviendo cada vez más autoritarias, dijo el martes (15 de enero) un grupo europeo de derechos, un día antes de que el máximo tribunal de la Unión Europea decida si debe cortar la financiación a los Estados miembros que se burlan de los derechos y las libertades democráticas.

La Unión de Libertades Civiles para Europa, con sede en Berlín, señaló a los dos países ex comunistas de la UE en un informe más amplio en el que se destaca el deterioro del Estado de Derecho en el bloque de 27 países durante la pandemia de coronavirus.

La organización, que agrupa a grupos de derechos de 17 países de la UE, afirmó que Hungría y Polonia estaban «tomando el control del sistema judicial, la sociedad civil y los medios de comunicación, al tiempo que recortan los derechos humanos básicos y alimentan las divisiones convirtiendo a los inmigrantes y otros grupos minoritarios en chivos expiatorios».

Varsovia y Budapest niegan haber actuado mal y acusan a la UE de imponer valores liberales ajenos a lo que dicen son sus sociedades tradicionales, conservadoras y católicas.

Cientos de miles de millones de euros están en juego en las batallas por el Estado de Derecho en la UE. La cohesión y la posición internacional del bloque se han visto perjudicadas por la disputa, cada vez más enconada.

Treinta y seis mil millones de euros en fondos de recuperación destinados a Polonia, y 7 mil millones de euros para Hungría, ya están congelados por su historial de derechos y valores democráticos.

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha acusado a la UE de librar una «yihad» cultural contra Hungría, mientras que Varsovia ha amenazado con tomar represalias paralizando los avances en otras políticas de la UE en las que las decisiones se toman por consenso.

Si, como se espera, el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, con sede en Luxemburgo, avala la nueva herramienta policial de la UE, el bloque tardaría algunas semanas en iniciar el proceso de recorte de fondos.

Eso significa que no se perdería ningún dinero antes de las elecciones del 3 de abril en Hungría, donde Orban se enfrenta a la carrera más ajustada desde su aplastante victoria de 2010.

Según un funcionario de la UE, se podría llegar a ese punto hasta finales de año o principios de 2023.

Un alto diplomático de la UE espera que la sanción de «dinero por democracia» se acabe promulgando, pero dijo que tendría que aplicarse con cuidado para no arriesgarse a bloquear decisiones sobre el clima o la política exterior. El diplomático predijo que habría mucho más regateo por delante.