El espacio Schengen sin fronteras de la Unión Europea debería ser gestionado mediante reuniones ministeriales periódicas, al igual que la zona euro, dijo el miércoles (2 de febrero) el presidente francés Emmanuel Macron, quien añadió que esto podría comenzar ya el próximo mes.
La preocupación por la seguridad nacional, las oleadas migratorias y, más recientemente, la pandemia de coronavirus han provocado la reaparición de los controles fronterizos en el espacio Schengen y muchas críticas sobre su funcionamiento, erosionando lo que había sido aclamado como un hito en la integración europea posterior a la Segunda Guerra Mundial.
Ante los ministros de Justicia e Interior de la UE, Macron dijo que lo que denominó «Consejo de Schengen» evaluaría el funcionamiento del espacio sin fronteras, pero también tomaría decisiones conjuntas y facilitaría la coordinación en tiempos de crisis.
«Este Consejo puede convertirse en la cara de una Europa fuerte y protectora que se siente cómoda controlando sus fronteras y, por tanto, su destino», dijo en la ciudad de Tourcoing, al norte de Francia, en la frontera con Bélgica. Dijo que su reunión inaugural podría tener lugar cuando los ministros de Justicia e Interior de la UE se reúnan de nuevo, el 3 de marzo.
Macron comparó Schengen con otro gran proyecto de la UE, el euro, y dijo que necesitaba el mismo tipo de gobernanza. La eurozona está gobernada por un presidente del Eurogrupo, actualmente Paschal Donohoe, ministro de Finanzas de Irlanda.
Esta propuesta necesitaría el apoyo de otros Estados miembros del bloque de 27 naciones para entrar en vigor, aunque los funcionarios franceses dicen que no requeriría ningún cambio en los tratados de la UE.
La Eurozona, al igual que Schengen, no ha incorporado a todos los miembros de la UE. La Eurozona está compuesta sólo por los miembros de la UE – 19 en la actualidad – mientras que Schengen abarca la mayoría de los países de la UE, excepto Bulgaria, Croacia, Chipre, Irlanda y Rumanía. Sin embargo, Croacia está cerca de la adhesión y Bulgaria y Rumanía están en proceso de adhesión al Espacio Schengen y ya aplican en gran medida el acervo de Schengen. Además, también los Estados no pertenecientes a la UE, Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein, se han adherido al Espacio Schengen.
La UE lleva años profundamente dividida en su respuesta a la inmigración y sobre cómo vigilar las fronteras exteriores comunes de Schengen, y está por ver cuánto puede conseguir Francia durante su presidencia semestral del Consejo de Ministros de la UE, que consiste sobre todo en fijar el orden del día de las reuniones.
Pero Macron, que se espera que busque la reelección como presidente francés en abril en una campaña dominada en gran medida por cuestiones de seguridad e identidad, dijo que esperaba que un enfoque gradual pudiera ganar a una serie de países de la UE reacios.
«Debemos reformar Schengen», dijo. «No puede haber libertad de circulación si no controlamos nuestras fronteras exteriores».
Francia también ha propuesto una respuesta de emergencia que podría activarse cuando las fronteras exteriores del bloque estén amenazadas.
