La UE y sus Estados miembros deben adoptar declaraciones antes de los Juegos Olímpicos de Pekín, expresando su preocupación por la grave situación de los derechos humanos en China, y boicotear los juegos a nivel político, escribe un grupo de eurodiputados y diputados nacionales en una carta enviada a EURACTIV.
Este artículo de opinión está firmado por un grupo de diputados nacionales y europeos (lista completa al final).
El 4 de febrero de 2022 comenzarán los Juegos Olímpicos de Invierno en la capital china, Pekín. La decisión de conceder estos Juegos a China fue tomada a finales de julio de 2015 por el Comité Olímpico Internacional (COI). Fue un paso en falso del COI, ya que el gobierno chino no merece albergar este importante evento con su historial de derechos humanos.
Hace catorce años, en 2008, Pekín acogió los Juegos Olímpicos de Verano. La decisión de conceder los Juegos de ese año a China se tomó sobre la base de las promesas del gobierno chino de mejorar los derechos humanos y las condiciones sociales en el país, incluso en el Tíbet ocupado por China, el Turkestán Oriental (chino: Xinjiang) y el sur de Mongolia. Pero estas promesas no se han cumplido ni se han respetado; al contrario, la situación de los derechos humanos en estas zonas ha empeorado.
Las protestas abrumadoramente pacíficas de 2008 en la meseta tibetana fueron respondidas con una violenta represión por parte de las fuerzas de seguridad chinas. Después de los Juegos, el COI y la comunidad internacional no hicieron ningún llamamiento sustancial para que se llevara a cabo una investigación independiente de estos acontecimientos.
Desde entonces, la situación de los derechos humanos ha seguido deteriorándose en el país, en particular bajo el liderazgo del presidente Xi Jinping. El Tíbet se ha transformado en un estado de vigilancia, con cientos de presos políticos que se enfrentan a la tortura y más de 150 tibetanos que se han autoinmolado para protestar contra las políticas chinas opresivas y la falta de derechos fundamentales, como se destaca en un informe de la Campaña Internacional por el Tíbet. En el Turquestán Oriental, entre 1,8 y 3 millones de uigures y otros pueblos turcos están detenidos arbitrariamente en «campos de reeducación», soportando un trato inhumano y adoctrinamiento político. En Hong Kong, la vibrante comunidad de activistas por los derechos humanos y jóvenes francos de la ciudad han sido detenidos por miles por el simple hecho de defender la democracia. En el sur de Mongolia, se priva a los niños del derecho a hablar su lengua materna, ya que el gobierno chino ha intensificado la represión de la identidad cultural. Y no olvidemos Macao, donde la libertad de prensa y, en general, la libertad de expresión están sometidas a fuertes presiones.
Estos hechos se oponen al Código Ético Olímpico, que establece la salvaguarda de la dignidad de la persona como «exigencia fundamental del olimpismo», así como a la Carta Olímpica, que pretende poner el deporte «al servicio del desarrollo armonioso del hombre, con el fin de favorecer la instauración de una sociedad pacífica preocupada por la conservación de la dignidad humana.»
En 2017, el COI añadió requisitos de derechos humanos alineados con los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos (los «Principios Rectores») en sus acuerdos con las ciudades anfitrionas. Aunque a Pekín se le adjudicó el contrato para albergar los Juegos Olímpicos de Invierno antes de que se adoptara el nuevo lenguaje de derechos humanos, los «Requisitos Operativos» incluidos desde entonces permiten al COI negociar las protecciones y normas de derechos humanos con la ciudad anfitriona.
Dado que el COI no ha cumplido sus compromisos, es crucial que nuestros gobiernos expresen su desaprobación de las políticas represivas de Pekín. Una forma de hacerlo sería que la UE y nuestros gobiernos nacionales adoptaran declaraciones antes de los Juegos en las que expresaran su preocupación por la grave situación de los derechos humanos en China. También deberían encargar a sus comités olímpicos nacionales que eduquen a sus atletas sobre estas cuestiones.
Además, tal y como ha expresado el Parlamento Europeo resolución adoptada en julio de este año, pedimos a la UE y a sus Estados miembros que impongan un boicot diplomático a los Juegos y se abstengan de asistir en cualquier calidad a menos que el gobierno chino demuestre una mejora verificable de la situación de los derechos humanos en Hong Kong, Turkestán Oriental, Tíbet, Mongolia del Sur, Macao y otros lugares, una medida que ya han adoptado varios países, como Australia, Canadá, el Reino Unido y Estados Unidos. Es importante que la UE acuerde una posición unificada sobre esta cuestión y envíe una señal firme de apoyo a las comunidades que sufren las políticas opresivas del gobierno chino.
Hacer algo menos será visto como una tolerancia a los abusos de Pekín,que el gobierno chino tomaría como carta blanca para continuar su represión de los derechos y libertades fundamentales. Tal bofetada a miles de personas que sufren la represión del gobierno chino viola el espíritu del olimpismo y los valores que nos hemos comprometido a defender en todo el mundo.
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Firmantes:
Miembros del Parlamento Europeo:
- François ALFONSI
- Patrick BREYER
- Benoît BITEAU
- Damien CARÊME
- Antoni COMÍN I OLIVERES
- Ignazio CORRAO
- David CORMAND
- Gwendoline DELBOS-CORFIELD
- Karima DELLI
- Anna FOTYGA
- Raphaël GLUCKSMANN
- Markéta GREGOROVÁ
- Claude GRUFFAT
- Francisco GUERREIRO
- Andrzej Witold HALICKI
- Yannick JADOT
- Radan KANEV
- Andrius KUBILIUS
- Morten LØKKEGAARD
- Aušra MALDEIKIENĖ
- Liudas MAŽYLIS
- Mikuláš PEKSA
- Clara PONSATÍ OBIOLS
- Carles PUIGDEMONT I CASAMAJÓ
- Samira RAFAELA
- Thijs REUTEN
- Michèle RIVASI
- Caroline ROOSE
- Isabel SANTOS
- Mounir SATOURI
- Michal ŠIMEČKA
- Linea SØGAARD-LIDELL
- Paul TANG
- Riho TERRAS
- Marie TOUSSAINT
- Ioan-Dragoş TUDORACHE
- Nikolaj VILLUMSEN
- Viola VON CRAMON-TAUBADEL
- Salima YENBOU
Miembros de los parlamentos nacionales:
- Laima Liucija ANDRIKIENĖ (Lituania)
- Guy BENARROCHE (Francia)
- Uldis BUDRIĶIS (Letonia)
- Samuel COGOLATI (Bélgica)
- George DALLEMAGNE (Bélgica)
- Ronan DANTEC (Francia)
- Monique DE MARCO (Francia)
- Thomas DOSSUS (Francia)
- Uffe ELBÆK (Dinamarca)
- Jacques FERNIQUE (Francia)
- Bernard FOURNIER (Francia)
- Guillaume GONTARD (Francia)
- Bernard JOMIER (Francia)
- Andrius KUPČINSKAS (Lituania)
- Andrius NAVICKAS (Lituania)
- Monika NAVICKIENĖ (Lituania)
- Raymonde PONCET MONGE (Francia)
- Angèle PRÉVILLE (Francia)
- Daniel SALMON (Francia)
- Jurgita SEJONIENĖ (Lituania)
- Sjoerd SJOERDSMA (Países Bajos)
- Sophie TAILLÉ-POLIAN (Francia)
- Elisabeth TOUTUT-PICARD (Francia)
- Tom VAN DER LEE (Países Bajos)
- Mélanie VOGEL (Francia)
- Andrius VYŠNIAUSKAS (Lituania)
- Emanuelis ZINGERIS (Lituania)
