La inflación récord es un tema candente antes de las elecciones legislativas francesas

La inflación récord y el escaso crecimiento, que amenazan el poder adquisitivo de los franceses, están en el centro del debate político, cuando el país se dirige de nuevo a las urnas los días 12 y 19 de junio. EURACTIV Francia informa.

Tras reelegir al presidente Emmanuel Macron en abril, faltan pocas semanas para las elecciones legislativas mientras las cifras de inflación del país son preocupantes.

Las cifras se han duplicado de enero a mayo, con una inflación que alcanza el 5,2%, «debido a una aceleración de los precios de la energía, los servicios, los alimentos y los productos manufacturados,» Instituto de Estadística y Estudios Económicos de Francia (INSEE) ha dicho.

Para mantener la economía a flote «cueste lo que cueste» -en palabras de Macron-, el Gobierno introdujo muchas medidas, incluyendo planes de despido y ayudas estatales sin precedentes para mantener a las empresas a flote.

Muchos analistas apostaron incluso por una recuperación fuerte y sostenida tras la pandemia. No se equivocaron, ya que el PIB creció un 7% en 2021, mientras que la tasa de desempleo alcanzó el 7,3%, la más baja desde 2008.

Mientras la recuperación económica estaba en marcha en la segunda mitad de 2021, la brecha entre la oferta y la demanda de productos energéticos se ha ampliado desde entonces, y las presiones inflacionistas han aumentado.

Este desfase «se ha traducido en un aumento no sólo del precio del petróleo, sino también del precio del gas y de los productos de primera necesidad», escribió OFCE, un grupo de reflexión económica francés, en un informe reciente.

Crecimiento a toda costa

El Gobierno se apresuró a tomar medidas para ayudar a los ciudadanos a cubrir el aumento de los costes de gas y electricidad.

En septiembre de 2021, Jean Castex, entonces primer ministro, anunció un «bono energético» de 100 euros que se pagaría a principios de 2022. Además, el gobierno puso en marcha un «escudo tarifario» para congelar las tarifas del gas, activo a partir de octubre de 2021.

El Gobierno también introdujo una reducción de precios de 0,15 euros (sin impuestos) por litro de combustible, ya que los precios alcanzaron máximos históricos de más de 2 euros por litro.

Sin embargo, la guerra de Rusia en Ucrania, que comenzó el 24 de febrero, ha hecho desaparecer las esperanzas de volver a la normalidad.

Las cadenas de suministro están bajo presión, mientras que el acceso a las materias primas, en particular el trigo, se está agotando. Esto ha provocado que los precios de la pasta, el arroz y los frutos secos en los supermercados hayan subido un 15%, un 2,4% y un 3,4%, respectivamente.

La respuesta a la crisis, según el Gobierno, pasa por reactivar la inversión y la innovación.

Por eso Macron anunció durante la campaña electoral presidencial un plan de 20.000 millones de euros para reducir los impuestos a la producción.

El ministro de Economía, Bruno Le Maire, también confirmó la voluntad de Macron de hacer un «esfuerzo presupuestario» de 50.000 millones de euros en gastos de educación, sanidad y clima.

Medidas urgentes

Mientras el Banco Central Europeo (BCE) subirá probablemente los tipos de interés en julio para contrarrestar la inflación, el ministro francés de Asuntos de la UE, Clément Beaune, ha confirmado que hay otras medidas en proyecto.

«Seguiremos analizando la situación de forma pragmática», sobre todo en el tema de «la revalorización de las pensiones» y «ciertas prestaciones sociales», dijo en una reunión pública a la que asistió EURACTIV Francia.

También se está estudiando la posibilidad de conceder ayudas sectoriales excepcionales, aunque Beaune insiste en que «no vamos a afear la pizarra mañana».

«Gracias a nuestras fuertes medidas de poder adquisitivo, la inflación francesa es la mitad de la de nuestros vecinos europeos», añadió Beaune.

El impacto de estas medidas gubernamentales ya ha sido cuantificado por la OFCE.

Según su informe, «el impacto del choque energético se ha reducido a -0,7 puntos del PIB», frente a una caída estimada del 1,3% si no se hubieran aplicado dichas medidas.

Sin embargo, estas medidas no son suficientes, según Aurélie Trouvé, economista y candidata de la nueva alianza de izquierdas recientemente formada por Jean-Luc Mélenchon, denominada NUPES.

«El plan del Gobierno no funcionará», dijo. Para reactivar la economía mediante el crecimiento, sería necesario «aumentar el poder adquisitivo mediante el aumento de los salarios y las prestaciones, cosa que el Gobierno no está haciendo», declaró a EURACTIV.

Según Trouvé, es urgente congelar los precios de la energía y de los bienes esenciales en Francia primero y luego a nivel europeo.

La candidata de izquierdas también quiere aumentar el salario mínimo y gravar los beneficios de las grandes empresas, que calificó de «verdadero vector de inflación en Europa».

Austeridad frente a inacción

Aunque las causas de la inflación son conocidas, las posibles soluciones son políticamentesensible.

Con el aumento del coste de la vida en los últimos meses, el Gobierno evitará sin duda una vuelta a la austeridad, aunque tampoco quiere que se le vea ocioso.

Encontrar las medidas adecuadas significa resolver una ecuación compleja sin respuesta obvia. El Gobierno y la oposición tendrán que responder rápidamente, con las elecciones legislativas a la vuelta de la esquina.