Rusia suspendió el sábado (29 de octubre) su participación en un acuerdo sobre cereales en el Mar Negro negociado por la ONU, tras lo que calificó como un importante ataque ucraniano con drones a su flota en Crimea, lo que supone un golpe a los intentos de aliviar la crisis alimentaria mundial.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, denunció la medida como «puramente indignante» y dijo que aumentaría la hambruna.
El Ministerio de Defensa de Rusia dijo que Ucrania atacó la Flota del Mar Negro cerca de Sebastopol, en la península anexionada de Crimea, con 16 drones a primera hora del sábado, y que «especialistas» de la marina británica habían ayudado a coordinar el ataque «terrorista».
La suspensión cortará las exportaciones ucranianas de grano desde sus cruciales puertos del Mar Negro.
«No tiene ningún mérito lo que están haciendo. La ONU negoció ese acuerdo y eso debería ser el final», dijo Biden a los periodistas en su estado natal de Delaware.
El acuerdo permite los envíos de grano de Ucrania, uno de los mayores exportadores del mundo, que la invasión rusa había detenido.
Rusia comunicó al secretario general de la ONU, António Guterres, en una carta, vista por Reuters, que suspendía el acuerdo por un «plazo indefinido» porque no podía «garantizar la seguridad de los buques civiles» que viajan en el marco del pacto.
Rusia también ha pedido al Consejo de Seguridad de la ONU que se reúna el lunes sobre el ataque, según escribió en Twitter el embajador adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitry Polyanskiy.
El coordinador de la ONU para el centro de coordinación del acuerdo sobre los cereales en el Mar Negro, con sede en Estambul -formado por funcionarios de la ONU, Rusia, Ucrania y Turquía- dijo que cinco buques de salida y cuatro de entrada habían pasado con seguridad por el corredor humanitario.
«Hay más de 10 buques, tanto de salida como de entrada, esperando para entrar en el corredor», dijo Amir Abdulla en un comunicado, añadiendo que no había acuerdo entre las partes para el movimiento de los buques el domingo.
Gran Bretaña dijo el sábado que las afirmaciones de Rusia, incluyendo que el personal de la marina británica voló los oleoductos Nord Stream el mes pasado, eran falsas y tenían como objetivo distraer la atención de los fracasos militares rusos.
Rusia dijo que había repelido el ataque, pero que los barcos atacados estaban involucrados en asegurar el corredor de grano fuera de los puertos del Mar Negro de Ucrania.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, dijo que lo que calificó de movimiento absurdo de Rusia requería una fuerte respuesta internacional de la ONU y del Grupo de las 20 principales economías.
«Este es un intento completamente transparente de Rusia de volver a la amenaza de hambruna a gran escala para África, para Asia», dijo Zelenskyy en un discurso por vídeo, añadiendo que Rusia debería ser expulsada del G20.
El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, dijo que Moscú estaba utilizando un falso pretexto para hundir el acuerdo.
«Hago un llamamiento a todos los Estados para que exijan a Rusia que ponga fin a sus juegos de hambre y vuelva a comprometerse con sus obligaciones», dijo Kuleba.
En un comunicado, la Unión Europea dijo que «todas las partes deben abstenerse de cualquier acción unilateral que ponga en peligro» un acuerdo que describió como un esfuerzo humanitario crítico.
‘Juegos del hambre’
Desde que Rusia y Ucrania firmaron el 22 de julio en Turquía la Iniciativa de Granos del Mar Negro, respaldada por la ONU, se han exportado más de 9 millones de toneladas de maíz, trigo, productos de girasol, cebada, colza y soja.
Sin embargo, antes de la expiración del acuerdo el 19 de noviembre, Rusia ha dicho en repetidas ocasiones que existen graves problemas con el mismo. Ucrania se quejó de que Moscú había bloqueado casi 200 barcos para recoger cargamentos de grano.
Las Naciones Unidas están en contacto con las autoridades rusas sobre la situación, dijo un portavoz de la ONU.
Aunque los precios en los mercados occidentales se redujeron, Rusia no ganó nada con este acuerdo», dijo Turan Oguz, un analista de defensa turco. «Creo que la principal razón de la retirada de Rusia es la indiferencia de Occidente hacia Rusia».
Apenas 24 horas antes de la medida de Rusia, un portavoz del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, había hecho un llamamiento a las partes para que renovaran el pacto.
El ministro de Agricultura ruso, Dmitry Patrushev, dijo que Rusia estaba dispuesta a suministrar gratuitamente hasta 500.000 toneladas de grano a los países pobres en los próximos cuatro meses, con la ayuda de Turquía, y suplir los suministros de granos ucranianos.
