Pongamos a los ciudadanos en el centro de Europa

La Conferencia sobre el Futuro de Europa situó a los ciudadanos en el centro de la reforma de la Unión Europea. Este debería ser un resultado concreto y tangible de la Conferencia. Democraticemos nuestra Unión situando la participación de los ciudadanos en el centro de la toma de decisiones europea, escribe un grupo de diez eurodiputados.

La lista completa de firmantes se encuentra al final.

La Conferencia ofrece la oportunidad de cumplir una promesa largamente esperada por los ciudadanos de Europa: una asociación más fuerte del demos europeo al proyecto europeo.

En el momento de su creación, en los años 50, la Comunidad Europea era una empresa más bien tecnocrática. Era un proyecto de Estados-nación, estadistas y políticos que buscaban una salida a dos conflictos globales. No se diseñó con un componente incorporado de participación directa del demos europeo, hasta la primera elección popular al Parlamento Europeo en 1979.

La historia de la Unión Europea es, en cierto modo, una historia de democratización de este proyecto de paz:

La progresiva potenciación del Parlamento Europeo como órgano de representación de los ciudadanos de la Unión, la ciudadanía europea introducida por el Tratado de Maastricht, la progresiva ampliación, la Convención Europea de los años 2000 y la Conferencia sobre el Futuro de Europa representan capítulos de la historia de acercamiento de los ciudadanos al corazón y a la mente de Europa.

Para completar este proceso de democratización, debemos complementar una democracia representativa más fuerte con nuevos medios de democracia participativa. Debemos abrir aún más las puertas de las instituciones de la Unión, reforzar los mecanismos de participación existentes, crear otros nuevos y darlos a conocer.

El impulso está a nuestro favor. La Conferencia sobre el Futuro de Europa nos ha mostrado hasta ahora que los europeos apoyan firmemente un proceso de democratización de la Unión, distinto de la europeización de los debates públicos nacionales.

Quieren una mayor participación en las elecciones europeas, introduciendo listas transnacionales y aumentando el papel del Parlamento Europeo en el proceso de toma de decisiones. Y lo que es más importante, piden firmemente una participación directa y permanente en la toma de decisiones de la UE en cinco recomendaciones claras votadas en Florencia en diciembre.

Debemos estar a la altura de los compromisos que plasmamos en la Carta de la Conferencia.

Por eso proponemos un mecanismo de consultas estructuradas con los ciudadanos, para continuar el proceso sin precedentes iniciado el 9 de mayo de 2021.

La puesta en marcha de dicho mecanismo no sería larga ni engorrosa, ya que sólo requeriría la reforma de las iniciativas actuales.

Podría desempeñar un papel relevante en la incorporación de los ciudadanos a algunos de los procesos de planificación política más importantes de la UE: el establecimiento del Programa de Trabajo Anual de la Comisión Europea y el discurso sobre el estado de la Unión, así como las Orientaciones Políticas del presidente de la Comisión.

¿Cómo funcionaría este mecanismo?

En los primeros meses de cada año, los ciudadanos de todos los rincones de Europa se reunirían en Ágoras Temáticas Anuales celebradas siguiendo el modelo de los Paneles Ciudadanos Europeos.

La selección de los ciudadanos se haría de forma aleatoria, centrándose en los jóvenes europeos, como ocurrió durante la Conferencia sobre el Futuro de Europa. Los ciudadanos presentes en las Ágoras Temáticas debatirían las prioridades de la UE para el año siguiente.

Tras decidir varias prioridades, también designarían a los representantes encargados de participar en un Ágora Europea, que tendría lugar anualmente el 9 de mayo.

Estos representantes acabarían elaborando una serie de recomendaciones que se dirigirían directamente al Parlamento, al Consejo y a la Comisión Europea. En particular, la Comisión debería tener debidamente en cuenta estas recomendaciones a la hora de elaborar su Programa de Trabajo Anual que se presentará durante el discurso sobre el estado de la Unión.

Además, cada cinco años, durante la mitad de la legislatura del Parlamento Europeo, este proceso anual se ampliaría para debatir las prioridades para los próximos cinco años, prioridades que alimentarían las directrices políticas del presidente de la Comisión.

Los debates en las Ágoras Temáticas y el Ágora Europea se extenderían durante todo un año y los ciudadanos tendrían la oportunidad de centrarse en la toma de decisiones a medio plazo de la UE.

Así es como podemos asociar estrechamente la democracia participativa a un resultado muy claro e implicar proactivamente a los ciudadanos en el proceso de toma de decisiones de la UE. Además, es una forma de situar a los ciudadanos en el centro de Europa en el Día de Europa, el 9Mayo.

La aplicación de este mecanismo sería fácil y sin problemas.

En primer lugar, el Acuerdo Interinstitucional «Legislar mejor» establece el procedimiento a través del cual se elabora el Programa de Trabajo Anual de la Comisión Europea. Éste podría revisarse para pedir a la Comisión Europea que tenga en cuenta las aportaciones procedentes del Ágora Europea. No sería necesaria ninguna nueva legislación o cambio de tratado.

Además, el presupuesto actual ya asigna fondos que podrían utilizarse para organizar las Ágoras temáticas y europeas. En 2019, la Comisión Europea gastó más de un millón de euros en los Diálogos con los Ciudadanos, que podrían convertirse en un mecanismo más estructurado de participación ciudadana.

Los ciudadanos reclaman una participación más fuerte y significativa, y deberíamos responder positivamente a su petición.

Este artículo de opinión es testigo de que sus firmantes tienen un fuerte compromiso político y una visión clara sobre cómo lograr este objetivo. Por lo tanto, pedimos a los demás diputados, al Consejo y a la Comisión que se unan a nosotros para apoyar este mecanismo de democracia directa. Esta es la manera de cumplir las promesas que hicimos en el contexto de la Conferencia sobre el Futuro de Europa. Pongamos a los ciudadanos en el centro de la Unión del mañana.

**La lista de firmantes:

Alin Mituța, eurodiputado; Sandro Gozi, eurodiputado; Danuta Hübner, eurodiputada; Pascal DURAND, eurodiputado; Brando BENIFEI, eurodiputado; Domènec RUIZ DEVESA , eurodiputado; Gwendoline Delbos Corfield, eurodiputada; Damian BOESELAGER, eurodiputado; Helmut Scholz, eurodiputado; Dimitrios Papadimoulis, eurodiputado.