Los ministros de la UE frenarán la ambición de la Comisión en la reducción de las emisiones ganaderas

Los ministros de Agricultura de la UE quieren que menos explotaciones se atengan a las normas de la Comisión de la Comisión, sugiriendo un umbral más alto para su aplicación que dejaría fuera de la cuenta a las explotaciones familiares y pequeñas.

Con su propuesta de revisión de la Directiva sobre emisiones industriales (DEI), el Ejecutivo comunitario pretende reducir las emisiones nocivas de las instalaciones industriales.

Según la Comisión propuesta de abril de 2022las explotaciones ganaderas a partir de cierto tamaño contarían como instalaciones de este tipo y, por tanto, entrarían dentro de las normas de reducción de emisiones, una idea que ha sido recibida con apasionada resistencia de los países de la UE.

Durante su reunión en Bruselas el lunes (30 de enero), los ministros de agricultura de la UE criticaron los planes de la Comisión de incluir más explotaciones en las normas de reducción de emisiones, tanto en lo que respecta al tamaño como al tipo de explotación.

Mientras que la directiva actual cubre alrededor del 4% de las explotaciones porcinas y avícolas de la UE, el Ejecutivo comunitario quiere ampliar el ámbito de aplicación de la legislación al ganado vacuno y rebajar los umbrales de cuántas unidades de ganado porcino o avícola debe tener una explotación para entrar en el ámbito de aplicación de las normas.

En concreto, todas las explotaciones con más de 150 unidades de ganado mayor (UGM) estarían sujetas a la normativa. Esto equivale a 150 vacas adultas, 375 terneros, 10.000 gallinas ponedoras, 500 cerdos o 300 cerdas.

De esta forma, la directiva seguiría incluyendo solo una quinta parte de las explotaciones ganaderas de la UE, pero cubriría el 43% del metano y el 60% del amoníaco emitidos por el sector, argumentó Sinkevičius.

Los Estados miembros, sin embargo, no estaban convencidos.

El ministro húngaro Zsolt Feldman calificó de «inaceptables» tanto el límite de 150 UGM como la ampliación al ganado vacuno, añadiendo que esto «perjudicaría a las pequeñas y medianas explotaciones».

La portuguesa Maria do Céu Antunes dijo que el umbral era «desproporcionado teniendo en cuenta los objetivos» de la legislación y que la Comisión «todavía tiene que defender las ventajas en términos de costes frente a beneficios».

Por su parte, el ministro alemán de los Verdes, Cem Özdemir, apoyó en general la ampliación de la directiva al ganado vacuno, pero, al igual que otros ministros, tachó el umbral de excesivo.

Como posible solución de compromiso, propuso un umbral mínimo de 300 UGM para el ganado vacuno, el doble de lo propuesto por la Comisión.

¿Un punto intermedio?

«Se trata de una propuesta realista», subrayó antes de la reunión, argumentando que así se garantizaría que las pequeñas explotaciones familiares queden excluidas de tener que cumplir la normativa.

«Sugiero encarecidamente a la Comisión que evite perjudicar su justificada causa introduciendo umbrales que no serán aceptados», añadió.

La propuesta de compromiso de Özdemir fue acogida con cautela por los agricultores.

Preguntada por la cuestión durante una rueda de prensa el lunes, Christine Lambert, presidenta de la asociación agraria de la UE COPA-COGECA, calificó de «aborrecible» el umbral de 150 UGM propuesto por la Comisión, pero dijo que 300 sería más adecuado, siempre que se garantice la protección de los pequeños agricultores.

Sin embargo, Sinkevičius no se mostró dispuesto a ceder en la cuestión de los umbrales.

«Elegimos los umbrales más equilibrados una vez que hemos tenido en cuenta la relación coste-beneficio de las opciones, el grado de cobertura de las emisiones del sector y el número y tamaño de las empresas», dijo en respuesta a los comentarios de los Estados miembros.

«La posición de la Comisión ya se ha anunciado y se mantiene en 150», dijo también el Comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, durante la rueda de prensa posterior a la reunión, cuando se le preguntó por la posibilidad de elevar el umbral.

No obstante, admitió que habría margen para debatir el método de cálculo y que podría tenerse en cuenta el criterio de agricultura extensiva frente a intensiva.

Crítica más «general

Los ministros nacionales también se mostraron unidos en sus críticas a los planes en general y advirtieron de una carga administrativa excesiva para las pequeñas y medianas explotaciones familiares que, en su opinión, no deberían clasificarse como «instalaciones industriales».

«Hay que tener en cuenta que no sólo las grandes explotaciones entrarían en el ámbito de aplicación», advirtió durante la reunión el ministro francés Marc Fesneau, mientras que el ministro italianoFrancesco Lollobrigida calificó de «inaceptable» que la propuesta ponga «al sector ganadero en pie de igualdad con sectores mucho más contaminantes.»

Por su parte, el Comisario de Medio Ambiente de la UE, Virginijus Sinkevičius, defendió los planes como cruciales para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones nacionales y de la UE.

En cuanto a las pérdidas de nutrientes, «la UE no está en vías de alcanzar el objetivo de reducción del 50% para 2030, tal y como se establece en las Estrategias «De la granja a la mesa» y «Contaminación cero», con repercusiones en los ecosistemas, la agricultura, la pesca y la acuicultura», subrayó.

Añadió que «hasta 20 Estados miembros tienen que intensificar las medidas para reducir sus emisiones de amoníaco en consonancia con los objetivos acordados en virtud de la Directiva de la UE sobre compromisos nacionales de reducción de emisiones».