Los candidatos en la carrera presidencial francesa están divididos sobre si mantener, reducir o aumentar la actual edad legal de jubilación, un tema que ha sido una fuente importante de debate político en Francia durante décadas. EURACTIV Francia informa.
Financiado por las cotizaciones a la seguridad social que se pagan a lo largo de la carrera profesional, el sistema es proporcionado principalmente por el sector público, a diferencia de lo que ocurre en otros países europeos.
Sin embargo, Francia, al igual que la mayoría de los países del bloque, se enfrenta al problema del envejecimiento de la población, que se jubila a un ritmo más rápido que el de la incorporación al mercado laboral.
Actualmente, la edad mínima legal de jubilación está fijada en los 62 años, con algunas excepciones, como las personas con discapacidad o incapacidad laboral.
Las propuestas de los candidatos para afrontar el reto de los planes de pensiones, cada vez más costosos, varían entre aumentar la edad de jubilación, reducirla o mantenerla igual.
Statu quo
Entre los candidatos que quieren mantener la edad de jubilación actual, el candidato de los Verdes, Yannick Jadot, y la candidata socialista, Anne Hidalgo, afirman que permitirían jubilarse antes a un mayor número de personas con trabajos agotadores.
La candidata de la extrema derecha, Marine Le Pen, también dijo que querría mantener la edad de jubilación en los 62 años, pero prometió que permitiría jubilarse a los 60 años a aquellos que empezaron a trabajar antes de los 20 años y que han cotizado al sistema de pensiones durante 40 años.
El candidato de extrema derecha, Nicolas Dupont-Aignan, y el candidato independiente, Jean Lassalle, dijeron que no cambiarían el sistema actual.
Aumento de la edad legal
Tres candidatos en liza se declaran partidarios de elevar la edad de jubilación.
La candidata de derechas Valérie Pécresse, de Les Républicains, y el presidente saliente Emmanuel Macron, candidato centrista pero económicamente liberal, proponen elevar la edad legal hasta los 65 años, pero de forma gradual. Ambos abogan por mantener el reconocimiento de la penosidad y la duración de la carrera profesional como criterios para no penalizar excesivamente a determinados trabajadores.
El candidato de la extrema derecha, Éric Zemmour, dijo que quería elevar la edad de jubilación a los 64 años en 2030.
Según ellos, esta medida garantizaría la sostenibilidad financiera del sistema. También reduciría los costes para garantizar la financiación de otras medidas de sus programas.
Reducción de la edad legal de jubilación
Los candidatos de la izquierda radical y de la extrema izquierda se mostraron unidos en cuanto a la reducción de la edad legal de jubilación a los 60 años, pero variaron en cuanto a la duración de las cotizaciones al régimen de pensiones.
Jean-Luc Mélenchon, de La France Insoumise, es partidario de que el umbral de tiempo de cotización para la pensión se fije en 40 años. Según el trotskista Philippe Poutou, las cotizaciones deberían cesar al llegar a los 37 años, y las personas con trabajos extenuantes deberían poder dejar de trabajar a los 55 años.
El candidato comunista Fabien Roussel prometió una pensión completa para los que tuvieran una carrera completa de los 18 a los 60 años, y que el Estado cubrirá las cotizaciones por posibles periodos de inactividad.
Aumento de las pensiones
Sin embargo, los candidatos se mostraron unánimes en cuanto al principio de aumentar las pensiones.
En la izquierda, Mélenchon sugirió una pensión mínima mensual de 1.400 euros, mientras que Roussel propuso 1.200 euros. La candidata revolucionaria Nathalie Arthaud fue más allá, proponiendo un aumento de hasta 2.000 euros.
Más conservadora fue Le Pen, que propuso 1.000 euros, lo mismo que Hidalgo. La propuesta de Jadot era similar, ascendiendo a 1.063 euros.
Macron propuso fijar el mínimo en 1.100 euros, añadiendo que quiere simplificar el proceso de combinar una pensión con un trabajo. Por su parte, Zemmour y Pécresse se comprometieron a aumentar la pensión de viudedad del 54% al 75%.
