La zona euro está dispuesta a dar marcha atrás en el endurecimiento de la política fiscal previsto en medio de la guerra de Ucrania

Los ministros de Finanzas de la zona euro acordaron el lunes (14 de marzo) endurecer un poco la política fiscal el próximo año, después de tres años de inyectar miles de millones en la economía debido a la pandemia de coronavirus, pero también estar preparados con más dinero en efectivo si la guerra en Ucrania lo hace necesario.

«Los fundamentos de la economía de la zona del euro son sólidos», dijeron los ministros de los 19 países que comparten el euro en un declaración tras las conversaciones periódicas.

«Sin embargo, la incertidumbre ha aumentado considerablemente. El impacto económico de la guerra de Rusia contra Ucrania está aún por determinar y se suma a los riesgos derivados de los actuales problemas de la cadena de suministro, del aumento de los precios de la energía y de que la inflación siga siendo elevada durante más tiempo del previsto», dijeron los ministros.

La Comisión, el ejecutivo de la UE, recomendó el 2 de marzo que los gobiernos de la UE pasen a una postura fiscal neutra el año que viene desde una postura de apoyo ahora, ya que la economía está creciendo y los países de la UE tienen grandes deudas como resultado de la pandemia.

Pero también dijo que los gobiernos deberían estar preparados para volver rápidamente a apoyar la economía con dinero público en función de los retos que plantee la invasión rusa de Ucrania.

«Dadas las incertidumbres y los riesgos, tenemos que seguir siendo ágiles y flexibles en nuestra respuesta política», dijo Paschal Donohoe, presidente del Eurogrupo y ministro de Finanzas irlandés.

«Apoyamos la opinión de la Comisión de que… la transición de una postura fiscal global de apoyo en la zona del euro a una postura fiscal global ampliamente neutral el próximo año parece ser apropiada, al tiempo que estamos preparados para reaccionar a la evolución de la situación económica, también en vista del alto nivel de incertidumbre», dijeron los ministros en la declaración.

Un posible cambio rápido de política se verá facilitado por el hecho de que los límites de endeudamiento de los gobiernos de la UE, suspendidos por primera vez en 2020 para ayudar a combatir la pandemia, probablemente seguirán suspendidos en 2023 debido a la incertidumbre que ha traído la guerra.

Aun así, los ministros coincidieron en que los países muy endeudados, como Italia o Grecia, deben centrarse en recortar la deuda, mientras que los poco endeudados se centran más en la inversión.

El Banco Central Europeo pronosticó la semana pasada que el crecimiento de la zona euro será 0,5 puntos porcentuales más lento este año de lo que se esperaba debido a la guerra en Ucrania, pero aún así será del 3,7%, y del 2,8% en 2023.

La inflación, sin embargo, se situará en una media del 5,1% en 2022, muy por encima del objetivo del banco del 2,0%, y caerá al 2,1% en 2023, según las previsiones del BCE. La Comisión publicará en mayo sus propias previsiones actualizadas de crecimiento económico para la zona del euro.