La crisis de Ucrania se utiliza como herramienta política en la carrera electoral francesa

La invasión rusa de Ucrania se ha convertido en un tema de conversación candente entre los candidatos presidenciales franceses, que se apresuran a posicionarse sobre la crisis de cara a los comicios. EURACTIV Francia informa.

Tras una reunión entre los candidatos y el Primer Ministro Jean Castex en Matignon el lunes (28 de febrero), los candidatos destacaron la importancia de celebrar un debate democrático durante la campaña electoral presidencial, a pesar de la situación en Ucrania.

A menos de seis semanas de la primera vuelta electoral, algunos temen que sus campañas se vean ensombrecidas por la crisis, y quieren posicionarse sobre el conflicto.

Por ello, algunos se han contradicho en relación con declaraciones anteriores, lo que ha hecho que otros pongan en duda su credibilidad.

Un «riesgo de legitimidad

Si el presidente Emmanuel Macron fuera reelegido en abril, habría «un riesgo de legitimidad durante la [next] mandato», dijo el presidente del Senado, Gérard Larcher, a la emisora Europe 1 el martes por la mañana.

Macron aún no ha anunciado oficialmente que se presentará a la reelección, aunque se espera que lo haga.

El presidente del Senado, que también es partidario de la candidata de la derecha Valérie Pécresse, explicó que este riesgo se derivaría de una «forma de omisión del debate democrático», si no se celebrara uno sobre los avances de los últimos cinco años en los que Macron ha sido presidente.

Esta preocupación, expresada por todos los candidatos, se ha visto reforzada por la sugerencia del propio Macron hace unas semanas de que no participará en ningún debate antes de la primera vuelta de las elecciones.

Sin embargo, según una información publicada en Le Monde, la mayoría de Macron dice que espera que «la campaña se desarrolle con la mayor normalidad posible» y que «la situación actual no impide hablar de todos los temas que interesan a los franceses, ya sea el poder adquisitivo, Europa, la energía o la soberanía».

Una oportunidad para la «clarificación

Los candidatos no perdieron tiempo en señalar las contradicciones de sus adversarios políticos.

El eurodiputado de izquierdas Raphaël Glucksmann declaró el martes por la mañana a la radio pública France Inter que quiere creer que, después de un tiempo en el que «nos [a part of the French political class] teníamos una increíble complacencia hacia [Russian President] las guerras de agresión de Putin», ha llegado el momento de una «aclaración para todos».

El Partido Socialista, por el que la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, es candidata a la presidencia, utilizó las posturas pasadas del candidato de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon, de La France Insoumise, acusándolo de ser «aliado y partidario» de Putin.

Los Verdes también denunciaron la complacencia de Mélenchon con el régimen autoritario de Putin. Su candidato, Yannick Jadot, acusó al líder de la izquierda radical de esconderse «detrás de un cierto relativismo sobre las libertades fundamentales y la democracia, que es peligroso en este periodo» frente a la embajada rusa en París el pasado martes.

La «obsesión antinorteamericana» de Mélenchon le llevó en el pasado a decir de Vladimir Putin que era «un héroe para Siria», dijo Hidalgo en el diario L’Express.

Sin embargo, si antes decía que Putin era una víctima de la actitud agresiva de la OTAN, y hasta hace unas semanas no creía en la posibilidad de una invasión rusa de Ucrania, ahora dice que es «el único» que ha advertido que una Rusia amenazada no dudaría «en cruzar las fronteras», y condenó el ataque militar.

Tras una pregunta sobre la unión de la izquierda, Glucksmann respondió diciendo que «no nos importa […] porque hay momentos en la historia […] en los que nos enfrentamos a nuestra propia conciencia y tenemos que elegir». Pidió que se aplique el apoyo necesario al pueblo ucraniano, sin ninguna ambigüedad ni complacencia hacia las autoridades rusas.

En el campo de la derecha, Pécresse se desmarca

Para Pécresse, la situación ha sido una oportunidad para que su campo de la derecha tradicional afirme su legitimidad y se distancie de la indulgencia de sus rivales de extrema derecha hacia el autócrata ruso.

El candidato de extrema derecha Éric Zemmour, que el lunes calificó a Putin de «demócrata autoritario», hizo una «apuesta» en diciembre de que Rusia no invadiría Ucrania, y analizó la actitud rusa como una respuesta a una supuesta agresión de la OTAN.

«Los americanos no han cumplido su palabra y han avanzado, avanzado [and] comido este glacis poco a poco», dijo en enero. Cuestionándose a sí mismo si Putin era elvíctima de una agresión, consideró que «obviamente, después, se defiende».

Un tono similar adoptó hasta ahora la líder de Rassemblement National, Marine Le Pen, que a principios de febrero explicó en la emisora France Info que «estamos creando un conflicto que no tiene razón de ser» porque Estados Unidos «quiere absolutamente meter a Ucrania en la OTAN».

De este modo, Pécresse ha podido diferenciarse en cierta medida de sus rivales de la derecha por lo que ella misma ha llamado «sentido de la responsabilidad» que quiere demostrar a lo largo de esta crisis.

Sin embargo, antiguos miembros de su familia política, como el ex primer ministro François Fillon, que lideró su partido en las elecciones de 2017, han coludido en el pasado con empresas rusas, lo que plantea dudas sobre sus intereses con un país que ahora es enemigo de Occidente.

Fillon acabó dimitiendo de sus cargos en los consejos de administración de los gigantes petroleros Sibur y Zarubezhneft, tras la protesta de la opinión pública francesa. Pécresse, previamente avergonzado por esta controversia y ahora con la intención de seguir adelante, expresó que se trataba de una decisión honorable.

Otra forma en la que Pécresse se ha diferenciado de otros candidatos ha sido la creación, dentro de su equipo de campaña, de un consejo estratégico de defensa encargado de «seguir la evolución del conflicto» y de contribuir «a la visión que pretende llevar sobre el papel y el lugar de Francia en Europa y en el mundo».

Pécresse ha acusado a la ultraderecha de ingenuidad con respecto a Rusia y quiere proponer una visión alternativa a la del partido de Macron, sin socavar los esfuerzos diplomáticos del Gobierno y del presidente saliente.

Si bien la crisis ucraniana parece haber cristalizado las tensiones a nivel político, también tiene el mérito de permitir a los candidatos, de cara a las elecciones de abril, aclarar sus posiciones y que se arroje luz sobre sus incoherencias que durante demasiado tiempo han alimentado sus discursos.