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Las bombas de calor, consideradas cruciales para una calefacción climáticamente neutra, son otro sector industrial en el que las naciones compiten por el liderazgo. La UE aprendió una dura lección con la pérdida de su industria solar, ¿puede evitar que se repita la historia?
Las bombas de calor se consideran entre dos y cinco veces más eficientes que la calefacción fósil, ya que transfieren y concentran la energía mediante el uso de la electricidad. Por ahora, los fabricantes europeos de bombas de calor son competitivos, como lo fue en su día la industria solar europea.
La Comisión Europea ha señalado que presta atención a la amenaza de perder su capacidad industrial en otro sector.
«Mientras que la UE es líder mundial en tecnologías de electrolizadores, viento y bombas de calor, el mercado de paneles solares y bombas de calor de la UE ha visto aumentar las importaciones procedentes de Asia en los últimos años», escribió el Ejecutivo comunitario en la comunicación REPowerEU del 18 de mayo.
El mercado mundial de paneles solares es posiblemente el mayor fracaso de la UE en materia de política industrial. «Regalamos esta ventaja en torno a 2010 en lo que respecta a la industria solar. Teníamos una ventaja económica». dijo la eurodiputada de los Verdes de la UE Jutta Paulus.
«Y ahora el líder tecnológico de la industria solar es China. No debemos repetir este error», añadió.
El impacto de la dependencia europea de la energía rusa ya ha aumentado la aversión de los responsables políticos a depender de forma similar de otro régimen, por ejemplo, China. Los últimos acontecimientos seguramente causarán una preocupación adicional en el Berlaymont.
Según un funcionario de la UE, las importaciones procedentes de China han modificado considerablemente la balanza comercial de la UE en el sector de las bombas de calor en los últimos cinco años. Un superávit comercial de 249 millones de euros en 2015 se convirtió en un déficit de 40 millones de euros en 2020.
Durante ese periodo, las importaciones de bombas de calor procedentes de China crecieron un 17% anual hasta 2020. En 2021, los primeros datos sugieren que las importaciones de bombas de calor procedentes de China se han vuelto a duplicar.
La Comisión Europea declinó comentar oficialmente qué países o fabricantes de Asia exportaban bombas de calor al mercado de la UE.
Pero las empresas asiáticas no son ni mucho menos el único rival serio para los fabricantes europeos de bombas de calor como Bosch, WOLF o Viessmann. El Senado de EE.UU. está preparando un proyecto de ley de crédito fiscal para fortalecer a sus fabricantes nacionales de bombas de calor, con el objetivo explícito de exportar a Europa.
«Al estimular la fabricación de bombas de calor en Estados Unidos, podemos reducir las emisiones, reducir la dependencia europea de Rusia y crear puestos de trabajo en casa», explicó John Hickenlooper, senador demócrata por Colorado y copatrocinador del «Ley de Eficiencia y Asequibilidad de la Calefacción a través de la Reducción de Impuestos» (HEATR).
El proyecto de ley, presentado inicialmente a principios de mayo, «estimularía la creación de puestos de trabajo nacionales al exigir que los equipos se fabriquen en EE.UU.» para poder acogerse a la rebaja fiscal propuesta, dijo su principal patrocinadora, la senadora demócrata por Minnesota Amy Klobuchar.
La exportación de bombas de calor fabricadas en Estados Unidos a Europa ha sido objeto de coordinación entre la UE y Estados Unidos. «Las partes también discutieron opciones para reducir la demanda europea de gas natural, incluso con el despliegue de bombas de calor», se lee en la declaración de un reunión del 28 de abril del grupo de trabajo UE-EEUU sobre seguridad energética.
Posición de la industria europea
Los fabricantes europeos de bombas de calor observan con atención esta evolución.
A finales de 2021, el fabricante alemán WOLF duplicó su capacidad de producción de bombas de calor. «Hemos reestructurado por completo el montaje de bombas de calor en WOLF». dijo jefe de proyecto Siegfried Ziegler entonces.
Del mismo modo, Viessmann, el segundo mayor productor de bombas de calor de Europa, ha invertido mucho. «Viessmann tiene previsto invertir más de 1.000 millones de euros en bombas de calor y otras soluciones ecológicas en los próximos años», dijo Alix Chambris, vicepresidente de asuntos públicos y sostenibilidad de Viessmann.
«Dada la enormidad de la tarea que tenemos por delante, no podemos hacerlo solos», añadió, y pidió un impulso a «la producción nacional y a las capacidades de I+D» para garantizar una industria europea de bombas de calor competitiva. Hacerlo salvaguardaría «más de 1,8 millones de empleos directos e indirectos».
La Asociación Europea de Bombas de Calor (EHPA), que cuenta con productores de bombas de calor de terceros países entre sus miembros, respalda esta petición de más apoyo gubernamental.
«Necesitamos un enfoque estratégico para apoyar a la industria local y mantener el liderazgo de Europa en materia de conocimientos técnicos», dijo Thomas Nowak, secretario general de la EHPA, que pidió un acelerador de bombas de calorsimilar a la política de apoyo al hidrógeno de la UE.
