El 53% de nuestros lectores cree que no hemos perdido la guerra contra Rusia a pesar de las graves consecuencias a las que se enfrenta Europa. ¿Pero diremos lo mismo después de recibir las primeras facturas de energía?
La encuesta realizada entre los lectores de Las Capitales también reveló que el 28% de nuestros lectores dijo que «es complicado», mientras que el 18,7% dijo que habíamos perdido la guerra.
EURACTIV fue informada de que un diplomático de la UE dijo el jueves a la Comisión que el ejecutivo debería tomar medidas inmediatas para reducir los precios de la electricidad «de lo contrario perderemos el apoyo de nuestros ciudadanos en las sanciones contra Rusia».
Todos los representantes de los países de la UE expresaron en la misma reunión su temor a los disturbios sociales debidos a la subida de los precios.
En Bélgica, EURACTIV recibió información de que algunas personas habían intentado pedir leña para las chimeneas con el fin de ahorrar energía, pero no consiguieron que se les entregara en los próximos seis meses o antes del final del invierno.
El argumento principal de la Comisión Europea es que la eficacia de las sanciones será visible a largo plazo. Sin embargo, la gran pregunta es si los ciudadanos de la UE -especialmente los hogares con bajos ingresos- sobrevivirán hasta entonces.
Queda por ver durante cuánto tiempo la lógica de «quién va a morir primero» ayudará a Europa a ganar más tiempo.
Sin embargo, el posible malestar social también puede cuestionar el «juego de suma cero» que hemos vivido, y potencialmente se explorará una solución intermedia. Las elecciones estadounidenses de mitad de mandato pueden desempeñar un papel decisivo en este sentido.
El presidente francés Emmanuel Macron ya dijo el jueves que nadie quiere que Turquía sea la «única potencia que hable con Rusia» e insistió en que Europa debe «permanecer» unida contra Moscú.
Pero no está unida. Hasta ahora, Hungría ha supuesto todo un obstáculo para las sanciones de la UE contra Rusia. El Kremlin está cortando el gas a los países de la UE mientras Budapest compra gas ruso adicional.
Por supuesto, nadie habla de ello en Bruselas ya que va en contra de la narrativa de la burbuja.
Europa se encuentra de nuevo en medio de una guerra geopolítica mundial y totalmente desprevenida, vuelve a seguir el curso de los acontecimientos.
Esperemos que las facturas de la energía no dejen al descubierto nuestra desnudez.
(Sarantis Michalopoulos EURACTIV.com)
