El ejecutivo de la UE propone reglas más flexibles sobre alimentos editados genéticamente

La Comisión Europea ha propuesto oficialmente relajar las reglas sobre ciertas nuevas técnicas genéticas (NGT), allanando el camino para que los cultivos modificados genéticamente se encuentren en los platos de los ciudadanos de la UE en un futuro próximo.

de la Comisión propuesta largamente esperada sobre nuevas técnicas genéticas (NGT) se presentó el miércoles (5 de julio) como parte de su paquete ‘Uso sostenible de los recursos naturales’, diseñado para fortalecer la resiliencia de los sistemas alimentarios y la agricultura de la UE.

NGT, o edición de genes, como también se le conoce, describe una serie de nuevos métodos científicos utilizados para alterar genomas con el objetivo de modificar genéticamente ciertos rasgos en las plantas. Esto incluye la resistencia a las plagas, que los investigadores esperan que pueda reducir la cantidad de pesticidas utilizados.

«Los agricultores y criadores necesitan acceso a la innovación más avanzada», se lee en un comunicado de prensa de la Comisión, en el que se destaca que las NGT son «herramientas innovadoras que ayudan a aumentar la sostenibilidad y la resiliencia de nuestro sistema alimentario».

Para el vicepresidente de la Comisión, Frans Timmermans, quien está a cargo de la implementación de la política ambiental emblemática de la UE, el Green Deal, la edición de genes es una parte clave del paquete necesario para garantizar un medio ambiente más saludable para las generaciones futuras.

“Permítanme dejar en claro que si queremos tomarnos en serio la preservación de nuestro planeta para las generaciones futuras, si queremos ser buenos antepasados, no puede haber una selección selectiva”, dijo.

¿Qué significa esto en la práctica?

Concretamente, la Comisión propone dos caminos para los futuros NGT; uno para plantas que se consideran comparables a plantas naturales o convencionales, y otro con plantas modificadas genéticamente con «modificaciones más complejas».

Las dos categorías estarán sujetas a diferentes requisitos para llegar al mercado que tengan en cuenta sus «diferentes características y perfiles de riesgo», según el ejecutivo de la UE.

En la práctica, esto significa que, si bien las plantas de la primera categoría aún deben notificarse, de lo contrario serán tratadas como sus contrapartes convencionales.

Las plantas de categoría 2, por otro lado, estarán sujetas a requisitos más estrictos según la directiva de organismos genéticamente modificados (OGM) de la UE, que data de 1999.

Sin embargo, todas las semillas NGT en ambas categorías estarán sujetas a requisitos de etiquetado.

“Las semillas deben etiquetarse claramente para garantizar que nuestros agricultores puedan elegir libremente”, dijo Timmermans durante una conferencia de prensa el miércoles.

Más tolerancia a la tolerancia a los herbicidas

Antes de la presentación, la tolerancia a los herbicidas se consideró uno de los aspectos más polémicos a tratar al dar forma al marco de estas tecnologías.

Este aspecto aborda cultivos genéticamente modificados para resistir a los herbicidas químicos, lo que a menudo resulta en un mayor uso de pesticidas.

En un borrador de la propuesta previamente filtrado, el herbicida el rasgo de tolerancia se colocó automáticamente en la categoría 2. Sin embargo, esta referencia fue eliminada en el texto final de la propuesta.

Cuando se le preguntó acerca de este cambio, un funcionario de la Comisión dijo que, desde el punto de vista del ejecutivo de la UE, el rasgo no es «en sí mismo algo malo», ya que también puede conducir a una reducción de la labranza, contribuyendo así a la salud del suelo.

Además, se decidió que la resistencia a los herbicidas “no es solo un problema para las nuevas técnicas genómicas”, sino también para las plantas cultivadas de forma convencional.

Como tal, el asunto se ha tratado en una propuesta separada sobre semillas, que incluye condiciones adicionales, como obligaciones sobre la rotación de cultivos, para tratar el rasgo de manera ‘holística’.

Marco legal sin cambios

A pesar de la nueva propuesta, el marco legal general, la Directiva OGM de la UE de 1999, que rige la tecnología genética, permanece sin cambios.

“Mantenemos la misma base legal que usamos hoy para la legislación de OGM”, explicó un funcionario de la Comisión, y agregó que estos productos obtenidos con nuevas técnicas genómicas “son OGM”.

“Caen bajo la definición de transgénicos, no vamos a cambiar eso”, dijo el funcionario, explicando que esta regulación es un ‘marco a la medida’ para estos productos que “dependen en gran medida[ies] sobre la arquitectura actual del marco OGM”.

En cambio, la propuesta permite que la Comisión haga “pequeñas adaptaciones”, explicó el funcionario. De esta forma, la propuesta “construir[s] sobre la legislación OGM existente”, agregó un segundo funcionario.

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