El alcalde de Viena, Michael Ludwig, ha impulsado la concesión de permisos de trabajo a los solicitantes de asilo mientras esperan la tramitación de sus solicitudes, a pesar de la fuerte oposición.
La inmigración ocupa un lugar destacado en la agenda austriaca. El canciller Karl Nehammer subrayó recientemente que el número de refugiados ha aumentado un 200%, mientras que las instalaciones de alojamiento ya están bajo presión debido a la afluencia de refugiados de guerra ucranianos.
Sin embargo, Ludwig, del socialdemócrata SPÖ, se mostró partidario de evaluar si los solicitantes de asilo pueden integrarse en el mercado laboral mientras se tramitan sus solicitudes.
Las personas que tienen buenas posibilidades de quedarse aquí deberían integrarse más rápidamente en el mercado laboral, dijo. ORF el domingo, aludiendo al déficit de mano de obra que se espera como consecuencia de la ola de jubilaciones de la generación del baby boom.
Viena, capital de Austria y uno de sus nueve Estados federados, está situada cerca de Hungría. Como consecuencia, la capital es el único estado que cumple su cuota de alojamiento de refugiados, señaló. Ludwig hizo un llamamiento a la solidaridad de otros Estados.
«Es evidente que el dirigente municipal de Viena vive en un mundo completamente paralelo. No hay otra explicación para las declaraciones de hoy», comentó el partido conservador vienés ÖVP.
El ultraderechista FPÖ también condenó a Ludwig, diciendo que crearía «falsas esperanzas» entre los solicitantes de asilo «de que pueden quedarse.»
