El presidente estadounidense, Joe Biden, convocó el lunes (1 de mayo) a los cuatro principales líderes del Congreso a la Casa Blanca la próxima semana, después de que el Tesoro advirtiera de que el Gobierno podría quedarse sin liquidez para pagar sus facturas en junio.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, dijo en una carta al Congreso que es poco probable que el organismo pueda hacer frente a todas las obligaciones de pago del Gobierno estadounidense «potencialmente tan pronto como el 1 de junio» sin la acción del Congreso.
La estimación elevó el riesgo de que Estados Unidos se encamine a un impago sin precedentes que sacudiría la economía mundial, añadiendo nueva urgencia a los cálculos políticos en Washington, donde demócratas y republicanos se preparaban para un enfrentamiento de meses.
Biden llamó al presidente republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, a Jerusalén, donde se encuentra de viaje diplomático, para invitarle a una reunión en la Casa Blanca el 9 de mayo. Los dos líderes no se han sentado a discutir el asunto desde febrero.
Biden también cursó invitaciones al líder demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, al líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, y al líder republicano, Mitch McConnell. McConnell, cuya caída en marzo le dejó fuera de juego durante semanas, dijo que él y Biden habían mantenido hoy una «buena conversación», y añadió: «Estoy seguro de que volveremos a hablar».
Los republicanos de la Cámara de Representantes aprobaron la semana pasada un proyecto de ley para elevar el límite de la deuda que incluye fuertes recortes de gastos, desde la asistencia sanitaria a los pobres hasta los controladores aéreos, que el Senado, controlado por los demócratas, y Biden dicen que no aprobarán.
Biden ha dicho firmemente que no negociará el aumento del techo de la deuda, pero que discutirá los recortes presupuestarios después de que se apruebe un nuevo límite. El Congreso ha combinado a menudo el aumento del techo de la deuda con otras medidas presupuestarias y de gasto.
Un funcionario de la Casa Blanca dijo que Biden, que anteriormente había dicho que no se reuniría con McCarthy para hablar del límite de la deuda, «insistiría en que el Congreso debe tomar medidas para evitar el impago sin condiciones» el 9 de mayo.
La nueva posible «fecha X», que tiene en cuenta los pagos de impuestos de abril, se mantiene prácticamente sin cambios respecto a una estimación anterior, publicada en enero, según la cual el Gobierno podría quedarse sin liquidez en torno al 5 de junio. Pero Yellen añadió cierto margen de maniobra, señalando que los ingresos y desembolsos federales son «inherentemente variables». La fecha real en que el Tesoro agote las medidas extraordinarias «podría ser varias semanas posterior a estas estimaciones», escribió.
«Es imposible predecir con certeza la fecha exacta en que el Tesoro será incapaz de pagar las facturas del gobierno», escribió.
Tras alcanzar el tope de endeudamiento de 31,4 billones de dólares el 19 de enero, Yellen dijo previamente al Congreso que el Tesoro mantendría los pagos de la deuda, las prestaciones federales y realizaría otros gastos utilizando medidas extraordinarias de gestión de tesorería. Una de estas medidas que está tomando el Tesoro es suspender las ventas de valores que los gobiernos estatales y locales utilizan para mantener temporalmente efectivo.
En 2011,para los próximos años, con programas de prestaciones como la Seguridad Social y Medicare que representan la mayor categoría del presupuesto y que, según las previsiones, crecerán drásticamente a medida que envejezca la población.
A medida que se calienta el debate actual, Biden, que busca la reelección en 2024, está utilizando la propuesta republicana de la Cámara de Representantes para etiquetar a su oposición como una amenaza económica para las economías locales.
