China ha suspendido las importaciones de carne de vacuno procedentes de Lituania desde el miércoles (9 de febrero), según informó la Administración General de Aduanas, en medio de un creciente conflicto comercial con la nación báltica y sus aliados occidentales centrado en la reivindicación china de Taiwán.
Las aduanas no dieron una razón para la suspensión.
La agencia suele detener las importaciones de carne si los países exportadores informan de brotes de enfermedades en el ganado. Lituania no ha notificado ninguna enfermedad animal a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) recientemente.
Sin embargo, la medida se produce después de que Gran Bretaña dijera el lunes que se unirá a Estados Unidos y Australia para respaldar un caso comercial de la UE contra China en la Organización Mundial del Comercio por las supuestas restricciones comerciales de Pekín a Lituania.
La Comisión Europea dice que las exportaciones lituanas a China cayeron un 91% en diciembre en comparación con el mismo mes de 2020.
Lituania permitió a Taiwán abrir una embajada de facto en su capital, Vilnius, el año pasado, lo que enfureció a Pekín, que considera a la isla autogobernada como su propio territorio.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán condenó la última medida china, que calificó de «unilateral» e «intimidatoria» y el último ejemplo de Pekín tratando de cambiar la política exterior de Lituania.
«Nos mantenemos firmemente unidos a Lituania», dijo a los periodistas la portavoz del Ministerio, Joanne Ou.
China es el primer importador mundial de carne de vacuno, pero los envíos desde Lituania son mínimos, con menos de 2.000 toneladas en 2020.
Taiwán ha incrementado sus importaciones de alimentos desde Lituania para ayudar a aliviar el impacto de las restricciones chinas, más recientemente el ron.
El primer lote de 1.200 botellas se agotó en menos de una hora tras salir a la venta este mes.
Durante una visita a Australia esta semana, el ministro de Asuntos Exteriores de Lituania, Gabrielius Landsbergis, dijo que China se dirigirá a más países con «coerción económica» a menos que las naciones «afines» se opongan.
Bromeando con que las dos naciones formaban parte de un «club exclusivo» de los objetivos de Pekín, Gabrielius Landsbergis dijo que «definitivamente no somos los últimos».
Flanqueado por su homólogo australiano, el ministro de Asuntos Exteriores insistió en que los países afines deben utilizar «herramientas y reglamentos» para «resistir la coerción y no ceder a las presiones políticas y económicas.»
Sin embargo, Australia no contempla cambiar el nombre de la embajada de facto de Taiwán en el país y sigue comprometida con su política de una sola China.
Payne dijo que no había mantenido ninguna conversación con Taiwán, una isla autogobernada que China reclama como propia, sobre la posibilidad de cambiar el nombre de su oficina de representación en Australia.
«No hay discusiones de esa naturaleza», dijo Payne en una sesión informativa, «Australia sigue comprometida con nuestra política de una sola China».
Australia también se ha unido a Estados Unidos y Gran Bretaña para respaldar un caso comercial de la Unión Europea contra China en la OMC por las supuestas restricciones comerciales de Pekín a Lituania que, según dice, amenazan la integridad del mercado único de la UE.
El ministro lituano añadió: «Durante bastante tiempo, Australia fue probablemente uno de los principales ejemplos cuando China utilizaba la economía y el comercio como instrumento político… ahora Lituania se une a este exclusivo club».
