El ministro de Finanzas británico, Rishi Sunak, y su homóloga canadiense, Chrystia Freeland, abandonaron una reunión del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington para protestar por la invasión de Ucrania cuando intervino el delegado de Rusia el jueves (21 de abril), según informó un portavoz del Ministerio de Finanzas británico.
Antes de salir, Sunak «describió el asalto de (el presidente ruso Vladimir) Putin a Ucrania como un asalto a las reglas y normas que son la base de nuestro modo de vida económico», dijo el portavoz.
El gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, que abandonó el miércoles una reunión del G20 en Washington por el mismo motivo, dijo el jueves que no debería haber «ningún apaciguamiento» de Rusia debido a los problemas económicos causados por la invasión de Ucrania.
El G20 incluye a los países occidentales que han acusado a Moscú de crímenes de guerra en Ucrania, así como a China, India, Indonesia y Sudáfrica, que no se han sumado a las sanciones lideradas por Occidente contra Rusia por el conflicto.
Los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del G20 se reunieron al margen de la conferencia semestral que celebran el FMI y el Banco Mundial en Washington, y los temas principales fueron la guerra de Ucrania, la seguridad alimentaria y la recuperación de la pandemia de coronavirus.
Después de que la canadiense Freeland volviera a la reunión, se dirigió directamente al ministro de Finanzas ruso, Anton Siluanov, que asistía virtualmente, dijo una fuente familiarizada con lo que ocurrió en la sala de reuniones.
«Es perverso y absurdo oírle hablar hoy cuando su guerra nos hace más pobres», dijo, según la fuente.
«Su guerra está provocando la subida de los precios de los alimentos y hará que la gente pase hambre. Su guerra está provocando el aumento de los precios de la energía. Su guerra está impulsando la inflación, que perjudica a los más vulnerables».
El Ministerio de Finanzas de Canadá declinó hacer comentarios.
Rusia califica sus acciones en Ucrania como una «operación especial» que, según dice, no está diseñada para ocupar territorio, sino para destruir las capacidades militares de su vecino del sur y capturar a los que considera peligrosos nacionalistas.
Freeland, que es de ascendencia ucraniana y ha hecho apasionados llamamientos en nombre del país, continuó hablando de cómo las mujeres eran «los objetivos particulares de esta guerra.»
«La violación está siendo utilizada sistemáticamente como un arma de guerra por Rusia», dijo Freeland, según la fuente.
Dirigiéndose a Siluanov por su nombre, concluyó diciendo que Ucrania ganaría la guerra y que «Rusia y los dirigentes rusos asumirán toda la responsabilidad por los crímenes que se están cometiendo hoy».
A primera hora del jueves, Gran Bretaña aumentó las sanciones comerciales a Rusia, apuntando a productos de lujo como el caviar, la plata y los diamantes mediante prohibiciones de importación y mayores aranceles, buscando castigar a Moscú por su invasión de Ucrania.
