Putin recibe a Orban, aliado de la UE, en medio de la crisis de Ucrania

El presidente ruso, Vladimir Putin, recibirá el martes (1 de febrero) al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que ha adoptado una línea más suave en la crisis de Ucrania que la OTAN y la UE, siendo Hungría miembro de ambas.

El Kremlin dijo que los líderes discutirán el comercio y la energía, así como «los problemas actuales para garantizar la seguridad europea», una alusión al enfrentamiento entre Rusia y Occidente sobre Ucrania.

Orbán ha dicho que buscará un acuerdo para aumentar las importaciones de gas de Hungría desde Rusia en un momento en que algunos en Europa acusan a Rusia de orquestar una crisis energética con el objetivo de presionar a los países europeos.

Los partidos de la oposición húngara publicaron el fin de semana una declaración conjunta en la que pedían a Orbán que cancelara su viaje, que, según decían, era «contrario a nuestros intereses nacionales».

La oposición húngara dijo que, al reunirse con Putin, Orbán «alienta indirectamente al presidente ruso a escalar aún más la tensa situación actual.»

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha acusado a Rusia de tener planes de invadir Ucrania de forma inminente con sus tropas concentradas en la frontera y ha advertido de la imposición de severas sanciones económicas si lo hace.

Es probable que el viaje también incomode a los aliados más cercanos de Hungría en la Unión Europea, sobre todo a Polonia.

Varsovia ha presentado un frente unido con Budapest contra Bruselas en temas como el Estado de Derecho, pero desde hace tiempo le molestan los vínculos de Orbán con Putin.

El mismo día de la visita de Orbán a Moscú, su estrecho aliado polaco, el primer ministro Mateusz Morawiecki, viajará a Kiev para reunirse con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, que cuenta con el apoyo de Occidente.

Paz y desescalada

En una reunión de conservadores europeos organizada por la extrema derecha española en Madrid durante el fin de semana y a la que también asistió Morawiecki, Orbán dijo que Ucrania era un «asunto muy importante» para los de Europa Central.

Destacó que estaba a favor de «la paz y la desescalada», según su oficina.

Pero no se hizo eco de la alarma general de la UE por el aumento de las tropas rusas en la frontera de Ucrania.

Hungría, que ingresó en la OTAN en 1999 y en la UE en 2004, ha adoptado una línea más suave respecto a Ucrania, con la que comparte una pequeña frontera terrestre.

El ministro de Asuntos Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, ha dicho que Budapest estaba negociando una solicitud de EE.UU. para el despliegue de tropas de la OTAN en Hungría, pero calificó de «fake news» las informaciones de que podrían ser hasta mil tropas.

Anteriormente dijo que Hungría es un miembro leal de la OTAN, pero que no quería «una nueva Guerra Fría».

Biden ha anunciado planes para enviar tropas estadounidenses a los países de la OTAN en Europa del Este, aunque no a la propia Ucrania, que no es miembro de la Alianza transatlántica.

Orbán es popular en su país a pesar de las acusaciones de los críticos sobre la corrupción desenfrenada y de que está llevando a Hungría hacia el autoritarismo.

La visita a Moscú se produce justo dos meses antes de las críticas elecciones en Hungría, en las que las encuestas indican una reñida carrera entre Orbán y una alianza de oposición unida.

Bajo el mandato de Orbán, que comenzó su carrera política en el movimiento democrático antisoviético de Hungría, Budapest ha sido uno de los socios más cercanos de Rusia en la UE.

En señal de amistad, Hungría fue el primer miembro del bloque en aprobar la vacuna contra el coronavirus Sputnik V de Moscú, que no ha recibido la luz verde de la Agencia Europea del Medicamento (EMA).