Rusia exporta anualmente diamantes en bruto por valor de unos 4.000 millones de dólares, lo que representa un tercio de la producción mundial. ¿Por qué, entonces, la importación europea de diamantes en bruto rusos no se ha visto afectada por ninguna de las sanciones comerciales de la UE adoptadas desde el comienzo de la guerra en Ucrania, se pregunta Larisa Stanciu.
Larisa Stanciu es responsable de promoción de la Comisión de Justicia y Paz.
Hasta ahora se han impuesto cuatro paquetes de sanciones para golpear a Moscú tras la invasión rusa de Ucrania. Estas medidas abarcan muchos sectores y grandes partes de la economía rusa. Desde el 15 de marzo, para perjudicar a los oligarcas, estas sanciones también han impedido la venta de productos de lujo como el caviar, ciertos vinos, puros y diamantes a Rusia. Sin embargo, en lo que respecta a los diamantes, las sanciones sólo afectan a la exportación de diamantes de la UE a Rusia, y no a las inmensamente más importantes importaciones de Rusia a la UE. Esto es paradójico, ya que Rusia es el mayor país productor de diamantes del mundo. Los diamantes rusos, que exportan anualmente unos 4.000 millones de dólares, representan un tercio de la producción mundial.
¿De dónde proceden los diamantes rusos y quiénes son los principales actores?
Las minas rusas son el corazón de la industria del diamante. Alrosa extrae casi todos los diamantes rusos, la mayor empresa minera de diamantes a nivel mundial, responsable de más del 90% de la producción rusa de diamantes. Un tercio del accionariado de Alrosa pertenece al Estado ruso, un tercio a la república de Yakutia, donde se encuentran muchas minas, y otro tercio a accionistas minoritarios. En 2021, la empresa produjo diamantes por valor de 4.200 millones de dólares. Alrosa tiene actualmente 27 explotaciones mineras en Rusia, principalmente en la región de Yakutia, es accionista del 41% de la mina CATOCA en Angola, que es la cuarta más grande del planeta, y realiza otras actividades de exploración en Angola, Zimbabue y la República Democrática del Congo.
Rusia también cuenta con una reserva de diamantes en manos de Gokhran, un depósito estatal de piedras preciosas, diamantes y metales que depende del Ministerio de Finanzas. El objetivo del Gokhran es proteger los recursos del país. Lleva a cabo compras de diamantes para apoyar a la industria rusa del diamante y evitar un descenso de los precios de los diamantes. El tamaño de las reservas de Gokhran es un secreto de Estado; por lo tanto, es imposible estimar la cantidad de ingresos que podría generar la federación rusa al poner esta reserva en el mercado.
Más allá del sector de los diamantes, Alrosa tiene acciones en la mayor mina de hierro de Rusia, la mina Timir. Comparte esas acciones con otra empresa, Evraz, propiedad hasta hace poco de Roman Abramovich, propietario del club de fútbol Chelsea y amigo íntimo de Vladimir Putin. Recientemente vendió sus acciones bajo presión internacional.
La industria rusa de los diamantes y la élite política del Kremlin
El director general de Alrosa es Sergei Ivanov, uno de los cinco oligarcas objeto de la primera ronda de sanciones de Estados Unidos y una de las figuras clave del círculo íntimo de Putin. Es hijo de Sergei Borisovich Ivanov, ex ministro de Defensa ruso, general del KGB y jefe de gabinete de Putin.
El vínculo entre Alrosa y el Estado ruso es obvio: como Alrosa es una empresa estatal de facto, todos los años ingresan millones en dividendos e impuestos en el tesoro ruso. Por ejemplo, Alrosa ganó 840 millones de dólares en 2021.
Como accionista del 33%, la Federación Rusa recibe ingresos y acceso a las divisas de la producción de diamantes de Alrosa en Rusia (y Angola), que pueden financiar directa o indirectamente la agresión ilegal de Rusia contra Ucrania.
Además, con Gokhran, Rusia puede vender sus existencias de diamantes para generar ingresos públicos. Esta fuente de ingresos/monedas extranjeras podría ser cada vez más importante para Rusia, ya que el comercio de diamantes se está convirtiendo en uno de los pocos sectores poco afectados por las sanciones. Hasta ahora, sólo Estados Unidos ha tomado medidas para restringir la importación de diamantes rusos, lo que no ha afectado al comercio de diamantes, dada la naturaleza fragmentada y compleja de la cadena de suministro mundial de diamantes.
¿Qué papel desempeña el Proceso de Kimberley?
El Proceso de Kimberley (KP) es un sistema de certificación establecido en 2003 bajo los auspicios de la ONU que, según sus página web, tiene como objetivo «reducir el flujo de diamantes conflictivos».
«El KP se creó a principios de la década de 2000 para impedir que los rebeldes financiados con diamantes desataran guerras en toda África», explica Hans Merket, investigador del centro de investigación belga IPIS y miembro de la Coalición de la Sociedad Civil del KP. «Su misión declarada es romper el vínculo entre los diamantes y los conflictos. Sin embargo, sigue contemplando los conflictos a través de esta lente, que ya tiene 20 años, y sólo interviene en contextos de guerra civil en los que los rebeldes controlanzonas mineras». Esto explica por qué los 85 países que participan en el PK no han discutido hasta ahora, y mucho menos tomado medidas, sobre la controversia de los diamantes rusos.
La Coalición de la Sociedad Civil del Proceso de Kimberley (KP CSC), en un comunicado de prensa del 14 de marzo, pidió una reunión plenaria especial del KP «para comprobar que los diamantes producidos en Rusia o por la minera de diamantes estatal rusa Alrosa no contribuyen a financiar el conflicto». Pero dicha reunión no se ha celebrado ni planificado hasta ahora.
En cuanto al Consejo Mundial del Diamante (WDC), que es el representante de la industria en el Proceso de Kimberley, señala que «la situación [in Ukraine] sigue siendo complicada, además de dinámica, y es probable que se produzcan cambios en cualquier momento, por lo que no es posible en este momento hacer ninguna predicción significativa sobre el posible impacto en el sector del diamante».
