Los precios de la energía elevan la inflación española a su nivel más alto en 37 años

La inflación española alcanzó en marzo el nivel más alto de los últimos 37 años debido al aumento de los costes de la energía tras la invasión rusa de Ucrania, según datos oficiales del miércoles (30 de marzo), en medio de una ola de malestar social por la espiral de precios que ha generado protestas, huelgas y paros de producción.

La tasa pasó del 7,6% en febrero al 9,8% en marzo, su nivel más alto desde mayo de 1985, según una estimación preliminar del instituto nacional de estadística INE.

«Es un mal dato que afecta a nuestra economía, especialmente a los colectivos más vulnerables», dijo el presidente del Gobierno socialista, Pedro Sánchez, en el Parlamento.

Al igual que el resto de Europa, España lleva luchando desde el año pasado con la subida de los precios de la energía, y los hogares y las empresas tienen dificultades para pagar las facturas de la electricidad.

Desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero, los precios de los alimentos y el petróleo se han disparado, y los sectores del transporte y la agricultura de España han protagonizado ruidosas protestas para exigir ayuda con los agobiantes precios de la gasolina.

Los camioneros autónomos están en huelga desde el 14 de marzo y han bloqueado las carreteras para protestar por el aumento de los precios del combustible, lo que ha provocado una escasez esporádica de alimentos perecederos, como huevos y productos lácteos.

Sánchez dijo que el 73% de las subidas de precios se debían a las perturbaciones de los mercados energético y agrícola causadas por la guerra del presidente ruso Vladimir Putin en Ucrania.

«La munición de Putin no nos llega, pero el impacto de la guerra sí», añadió.

La oficina de estadística dijo que el aumento de la inflación en marzo en la cuarta economía de la eurozona se debió «a incrementos generalizados en la mayoría de sus componentes».

«Entre ellos se encuentran las subidas de los precios de la electricidad, de los carburantes y del petróleo, así como de los precios de los alimentos y de las bebidas no alcohólicas, que fueron mayores este mes que en marzo de 2021», añadió en un comunicado.

La inflación subyacente, que no incluye la energía ni los productos alimenticios, subió un 3,4%, su mayor incremento desde septiembre de 2008.

Ayudas millonarias

El Gobierno de Sánchez aprobó el martes planes para ofrecer 16.000 millones de euros en ayudas directas y préstamos para empresas y hogares afectados por el impacto de la invasión rusa de Ucrania.

Las medidas, que estarán vigentes hasta el 30 de junio, incluyen un descuento de 20 céntimos por litro de combustible, pagando el Gobierno 15 céntimos y los proveedores de combustible el resto.

También incluye un paquete de ayudas de 362 millones de euros para el sector agrícola y ganadero, y 68 millones de euros para los sectores de la pesca y la acuicultura.

Para los hogares, durante los próximos tres meses, los aumentos de los alquileres se limitarán a un máximo del 2%.

España, junto con Portugal, también enviará en los próximos días una propuesta a la Unión Europea para limitar los precios del gas, a raíz de una autorización especial anunciada a finales de la semana pasada por Bruselas que autoriza a ambos países a intervenir en los mercados eléctricos.

El Gobierno espera que la combinación de la ayuda económica y la búsqueda de una forma de desvincular los precios del gas de los costes de la electricidad contribuya a rebajar las tensiones internas.

«Estamos convencidos de que el plan nacional de respuesta y sobre todo el acuerdo alcanzado en Bruselas para fijar un precio de referencia del gas… nos permitirá… doblar la curva (de la inflación) y estabilizar la evolución del coste de la vida», dijo Sánchez.

La inflación ya era elevada en toda la eurozona antes del estallido del conflicto ucraniano, situándose en febrero en el 5,8%, muy por encima del objetivo del 2% del Banco Central Europeo.