Los miembros de la Unión Europea, Letonia, Lituania y Estonia, fronterizos con Rusia, no ofrecerán refugio a ningún ruso que huya de la movilización de tropas de Moscú, según afirmaron sus ministros el miércoles (21 de septiembre).
Los vuelos de ida desde Rusia se dispararon en precio y se agotaron rápidamente cuando el presidente Vladimir Putin ordenó la convocatoria inmediata de 300.000 reservistas.
«La negativa a cumplir con su deber cívico en Rusia o el deseo de hacerlo no constituye motivo suficiente para que se le conceda asilo en otro país», dijo el ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, Urmas Reinsalu, en un correo electrónico enviado a Reuters.
En Twitter, el ministro de Asuntos Exteriores de Letonia, Edgars Rinkevics, citó motivos de seguridad para la denegación. El Ministerio del Interior lituano dijo que cada caso de asilo se ponderaría por separado.
Los tres países, y Polonia, empezaron a rechazar a ciudadanos rusos en sus fronteras en la medianoche del lunes, diciendo que no deberían viajar mientras su país esté en guerra con Ucrania.
La prohibición excluye a los disidentes rusos que buscan refugio en la UE, así como a los camioneros, los refugiados y los residentes permanentes de los países de la UE, así como a los que visitan a familiares cercanos.
Una gran oleada de refugiados rusos podría cambiar el equilibrio étnico en algunos países bálticos. En Letonia, el 25% de la población es rusa y más del 40% de los residentes de su capital, Riga, son rusos.
