Los candidatos franceses se muestran casi unánimes a la hora de pedir la reducción del impuesto de sucesiones

La elevación del umbral de desgravación del impuesto de sucesiones es una de las pocas medidas en las que coinciden todos los candidatos a las elecciones presidenciales francesas, aunque varían en las cantidades propuestas. EURACTIV Francia informa.

El impuesto de sucesiones «podría desempeñar un papel más importante en la reducción de la desigualdad y la mejora de las finanzas públicas», la OCDE dijo en mayo de 2021.

La actual normativa fiscal francesa sólo afecta al 15% de las herencias, France Stratégie, una institución vinculada al primer ministro, dijo en 2017. Es decir, solo a las herencias más ricas. El impuesto afecta a los descendientes directos y exime a los cónyuges supervivientes y – parcialmente – a sus hijos.

Aumento del umbral del impuesto

Casi todos los candidatos en la carrera presidencial proponen un aumento, de diverso rango, de la desgravación del impuesto de sucesiones. Actualmente se aplica a las sumas o donaciones superiores a 100.000 euros.

La candidata socialista y alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ha declarado que quiere que «el 95% de los franceses no paguen nada», y propone eximir las herencias inferiores a 300.000 euros, la misma cifra que la candidata de extrema derecha Marine Le Pen, en lo que respecta a los bienes inmuebles.

El presidente Emmanuel Macron, que se presenta a la reelección, también quería aumentar el tipo actual, pero sólo hasta 150.000 euros.

El candidato de los Verdes, Yannick Jadot, la candidata de la derecha, Valérie Pécresse, y el candidato de la extrema derecha, Éric Zemmour, propusieron que la cifra subiera a 200.000 euros.

El candidato de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon, se desmarcó en sus propuestas, sugiriendo mantener el actual umbral de exención y, en su lugar, gravar la totalidad de las herencias que superen los 12 millones de euros.

Algunos matices

A pesar de algunas similitudes, los programas de cada candidato revelan ciertos matices.

La mayoría de los candidatos de izquierda quieren suprimir algunas lagunas fiscales que permiten a los ricos eludir parcialmente los pagos. El candidato comunista Fabien Roussel, por ejemplo, pide la prohibición total de esas lagunas, ya que «favorecen escandalosamente a los ricos».

Jadot propone una escala más progresiva que la actual, con el fin de aumentar los impuestos «para el 13% de los franceses que reciben las mayores herencias», y bajarlos para los demás. Hidalgo, por su parte, también se espera que proponga un tipo impositivo más alto para los bienes superiores a 2 millones de euros.

Sin embargo, los candidatos de la derecha y de la extrema derecha pretenden hacer más regulares las exenciones para las transmisiones de por vida. Por ejemplo, Pécresse propone que no se paguen impuestos por las transferencias de hasta 100.000 euros cada seis años, mientras que Le Pen propone que se aplique cada 10 años, en lugar de los 15 actuales.

Los candidatos de extrema derecha Nicolas Dupont-Aignan y Zemmour expresaron su deseo de que también se favorezca la transmisión de empresas familiares. Mientras que Dupont-Aignan dijo que quiere una exención de hasta el 90% del valor de la empresa, Zemmour apoyó la supresión total del impuesto. Se proponen medidas similares para la herencia de tierras agrícolas.

Adaptación a los cambios de la sociedad

Para tener en cuenta la evolución de la sociedad, tanto Macron como Pécresse prevén ampliar el abanico de personas que pueden acogerse a la exención, que hasta ahora sólo afectaba a los hijos del fallecido hasta 100.000 euros y al cónyuge superviviente por la totalidad del patrimonio recibido.

La nueva exención beneficiaría entonces a los herederos indirectos, como sobrinos y primos, que hoy en día pagan importantes impuestos, a veces hasta la mitad de la herencia recibida, cuando son responsables de este impuesto.

Así, mientras la mayoría de los economistas e institutos de análisis económico abogan por una ampliación del impuesto de sucesiones para luchar contra las desigualdades, casi todos los candidatos proponen en realidad reducirlo para un número aún mayor de franceses, con la excepción de Mélenchon.

Del mismo modo, sus programas proponen medidas técnicas y específicas, pero sólo apuntan marginalmente a luchar contra la optimización fiscal que aplican los hogares más ricos.