Un tribunal turco declaró el lunes (21 de febrero) que el filántropo Osman Kavala debe permanecer en prisión, alargando su detención de más de cuatro años sin condena, en un juicio que ha avivado las tensiones en las relaciones de Ankara con sus aliados occidentales.
El Consejo de Europa dijo este mes que su comité remitió el caso de Kavala al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) para determinar si Turquía ha incumplido su obligación de aplicar la sentencia anterior del tribunal, de hace más de dos años, por la que debía ser liberado inmediatamente.
El presidente Tayyip Erdogan dijo posteriormente, al ser preguntado por la decisión, que Turquía no respetará al Consejo de Europa si éste no respeta a los tribunales turcos.
El lunes, el tribunal turco decidió mantener en prisión a Kavala, uno de los detenidos más destacados de Turquía, y fijó la próxima vista para el 21 de marzo. Kavala fue detenido el 18 de octubre de 2017.
Kavala fue absuelto en 2020 de los cargos relacionados con las protestas nacionales de 2013. Horas más tarde, otro tribunal ordenó su detención en base a un cargo de intento de derrocar el orden constitucional relacionado con un intento de golpe de Estado de 2016.
Ese tribunal dictaminó posteriormente su puesta en libertad por ese cargo, pero ordenó su detención por un cargo de espionaje en el mismo caso, una medida que, según los críticos, pretendía eludir la sentencia del TEDH.
