El Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, se convertirá en el nuevo jefe del banco central de Noruega, según informó el gobierno el viernes (4 de febrero), a pesar de la oposición sobre la independencia del Norges Bank y las actuales tensiones con Rusia sobre Ucrania.
Stoltenberg sustituirá al gobernador saliente Øystein Olsen. Se encargará de fijar los tipos de interés y gestionar la estabilidad financiera, así como de supervisar el fondo soberano de Noruega, el mayor del mundo con activos de 1,4 billones de dólares.
En diciembre, Stoltenberg había indicado que había presentado su candidatura a petición del Ministerio de Finanzas de su país.
«Me he preocupado de identificar al mejor gobernador del banco central para Noruega, y estoy convencido de que es Jens Stoltenberg», dijo el ministro de Finanzas, Trygve Slagsvold Vedum en una declaración.
Stoltenberg, economista de formación y antiguo líder del Partido Laborista del país, fue primer ministro noruego de 2000-01 y 2005-13 antes de convertirse en jefe de la OTAN al año siguiente. También ha sido ministro de Finanzas y de Energía.
Ida Wolden Bache, subdirectora del banco central y principal rival de Stoltenberg para el puesto, será la gobernadora en funciones hasta que Stoltenberg asuma el cargo, según informó el gobierno.
El proceso de nombramiento ha causado mucho revuelo en Noruega, donde los comentaristas y los políticos han cuestionado los vínculos entre el futuro jefe del banco central y la coalición gobernante, dominada por el Partido Laborista.
Aunque el puesto está abierto desde el 1 de marzo, Stoltenberg ha dicho que primero cumpliría su mandato en la OTAN, que se extiende hasta finales de septiembre de 2022.
La decisión llega en un momento delicado para la alianza militar, en medio de uno de sus peores enfrentamientos con Rusia desde el final de la Guerra Fría, que también ha retrasado el debate interno de la dirección de la alianza sobre quién seguirá a Stoltenberg como próximo jefe.
Se espera que el sucesor sea presentado en una cumbre de líderes de la OTAN en Madrid en junio.
Las especulaciones entre funcionarios, diplomáticos y analistas de la OTAN sugieren que hay consenso en que, tras 72 años de existencia, ya es hora de nombrar a una mujer para el máximo cargo civil.
Al mismo tiempo, según los cursos diplomáticos, varios estados miembros han estado presionando para seleccionar a un europeo del este para el puesto, también para enviar una señal importante a Moscú.
El candidato a la sucesión debe contar con el respaldo del gobierno de su país de origen.
