Alemania y Francia muestran sus divisiones sobre las normas presupuestarias de la UE

Alemania y Francia expusieron el lunes (17 de enero) visiones diferentes sobre el futuro de la economía europea, señalando una lucha a finales de este año para revisar las estrictas normas del bloque sobre el gasto público.

La UE quiere simplificar las normas que rigen los presupuestos nacionales desde hace décadas, y las posiciones adoptadas por las dos principales economías de la eurozona impulsarán el debate.

Las normas obligan a los miembros de la eurozona a cooperar a la hora de elaborar sus planes de gasto, un ejercicio que cobró importancia tras la crisis de la deuda de 2010-15, que estuvo a punto de hundir la moneda única.

El nuevo ministro de Finanzas de Berlín, Christian Lindner, asistió a su primera reunión con sus homólogos de la eurozona, y dejó claro que su objetivo será mantener el gasto bajo control.

Aunque forma parte de una coalición recién instalada con el centro izquierda y los verdes, Lindner procede del liberal FDP, que tradicionalmente ha mantenido una política de gasto sólido y déficit cero.

«Es crucial que sigamos prestando atención a la importancia de las reglas fiscales», dijo Lindner al llegar a las conversaciones.

«Las reglas fiscales son cruciales para mantener la credibilidad de los gobiernos ante los mercados de capitales».

Las normas, conocidas como pacto de estabilidad y crecimiento, limitan la deuda pública al 60% del PIB anual de una economía y su déficit anual al 3%.

Espíritu constructivo

La regla de la deuda se incumple a menudo y Francia y Bélgica se han unido a Italia, España y Grecia con ratios de deuda superiores al 100%, lo que refleja años de gasto excesivo.

En respuesta a la pandemia de Covid-19, las normas se suspendieron y volverán a entrar en vigor a finales de año, esperemos que con nuevos puntos de referencia.

«Estoy muy a favor de reducir la deuda soberana y éste es uno de los detalles importantes», dijo Lindner.

Pero el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, insistió en que la energía del bloque debe dirigirse hacia el crecimiento, sobre todo porque la recuperación de Europa en la era de la covarianza va por detrás de la de Estados Unidos.

«Debe ser primero un pacto de crecimiento. El crecimiento está por encima de la estabilidad», dijo Le Maire, quien se mostró partidario de permitir que las inversiones masivas necesarias para ecologizar la economía europea queden exentas de las normas.

El canciller alemán, Olaf Scholz, defendió el pacto durante su visita a España.

«Europa debe seguir marchando unida en los próximos años y lo haremos… sobre la base de nuestro pacto de estabilidad y crecimiento, que proporciona un marco importante», dijo, señalando que sirvió de base para sustentar el plan de recuperación económica Covid-19 del bloque.

No se espera que el debate comience en serio hasta junio, dijo Lindner a los periodistas, cuando se espera que la Comisión Europea presente su propuesta de modificación de las normas.

El vicepresidente ejecutivo de la Comisión, Valdis Dombrovskis, dijo que no tenía «ideas precocinadas ni posiciones predeterminadas», y que el ejecutivo de la UE escucharía a los Estados miembros con «espíritu constructivo».

El debate continuará hasta que al menos los líderes de la UE se reúnan en una cumbre dedicada al tema en marzo.