La UE debe hacer una oferta africana sobre la migración legal, dice el primer ministro griego

La UE debe estudiar la posibilidad de ofrecer a los Estados africanos un nuevo régimen de rutas migratorias legales organizadas, junto con la cooperación entre ambas partes en materia de seguridad y gestión del control de fronteras, declaró el jueves (27 de enero) el Primer Ministro griego, Kyriakos Mitsotakis.

Las nuevas «vías legales» podrían incluir disposiciones en las recientemente lanzadas Asociaciones de Talentos de la UE, así como programas de formación e intercambio de estudiantes.

También podrían ampliarse los acuerdos migratorios bilaterales del tipo que España e Italia tienen con Marruecos, Túnez y Senegal para los trabajadores estacionales.

Mitsotakis también señaló que es necesaria una cooperación más estrecha entre los países africanos y Europa para el retorno de los inmigrantes que no tienen derecho al estatuto de asilo, y añadió que los países africanos deben cooperar más cuando se trata de la readmisión de personas que no tienen derecho a residir en Europa.

«Debemos tener claro, tanto los países europeos como los africanos, que debemos condenar en los términos más estrictos cualquier intento de utilizar a los migrantes con fines geopolíticos», añadió.

El debate del jueves se produce tres semanas antes de una cumbre crucial entre la UE y la Unión Africana, en la que los líderes esperan ultimar las líneas generales de una «asociación estratégica» entre ambos bloques.

Aunque la gran mayoría de los flujos migratorios en África son de carácter intraafricano, el número de migrantes que intentan cruzar a Europa volvió a aumentar en 2021, tras haber disminuido durante el primer año de la pandemia de Covid, principalmente debido a las restricciones de circulación.

La política migratoria ha sido durante mucho tiempo un punto de discordia entre los líderes de la UE y de África. La Comisión Europea ha entablado conversaciones con varios países del norte de África para que impidan a los posibles migrantes intentar cruzar el mar Mediterráneo y para que puedan crear centros de detención financiados por la UE.

Mientras tanto, varios Estados miembros de la UE, entre ellos Dinamarca, han tratado de negociar acuerdos para externalizar las solicitudes de migración y asilo a Estados africanos como Ruanda.

Dentro de la UE, los avances entre los Estados miembros para acordar un sistema común de inmigración y asilo han sido penosamente lentos durante más de media década, aunque el pasado otoño el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, declaró a EURACTIV que esperaba un acuerdo entre los gobiernos poco después de las elecciones presidenciales francesas de mayo.

Aunque la mayoría de los Estados africanos tienen acuerdos de retorno y readmisión con la UE, sólo se ha aplicado uno de ellos, entre la UE y Cabo Verde.

En el mismo acto, el Presidente de Ruanda, Paul Kagame, pidió que se restableciera el debate sobre la migración.

«Los términos del debate están rotos», dijo Kagame, y añadió que «para progresar debemos volver a diagnosticar las causas fundamentales de la migración. Es el desequilibrio en las oportunidades de capital humano entre Europa y África».

Añadió que «todo africano debería poder vivir una vida digna en su país o en cualquier país de África», y admitió que «establecerse en otro país no es un derecho automático».

El presidente ruandés también dijo que los responsables políticos de la UE y de África deben tener sistemas que «distingan mejor entre el estatus de refugiado y el de emigrante económico».

«La política de contención no funcionará», concluyó.