A pesar de los asesinatos de cuatro de sus colegas por sus reportajes, la periodista rusa Elena Kostyuchenko nunca pensó que había sido envenenada cuando cayó enferma en un tren hacia Berlín.
“Cuando trabajas como reportera de investigación en Rusia siempre tienes cuidado”, dijo a Reuters. “Tienes un montón de protocolos que’sigues todo el tiempo. Pero cuando me encontré en Europa olvidé por completo todas estas medidas de seguridad”
Los fiscales alemanes están investigando si Kostyuchenko, que ahora vive escondida, fue víctima de un intento de asesinato cuando enfermó el pasado octubre.
Sus síntomas comenzaron con desorientación y dolor de estómago en el viaje en tren de Múnich a Berlín y persistieron durante varias semanas. Cuando se dio cuenta de que podía haber sido envenenada, ya era demasiado tarde para identificar las toxinas.
“Tuve que quitarme los anillos porque mis dedos parecían salchichas” dijo, describiendo la hinchazón que se encontraba entre sus síntomas. Meses después, sigue agotada y sólo puede trabajar tres horas al día.
En el pasado han sido envenenados enemigos del presidente ruso Vladimir Putin que viven en el extranjero, entre ellos los ex agentes secretos Sergei Skripal, que sobrevivió, y Sergei Litvinenko, que no lo hizo. Un ex checheno
“Podemos confirmar que está pendiente una investigación sobre el intento de asesinato de Elena Kostyuchenko,” dijo el viernes (25 de agosto) un portavoz de la fiscalía de Berlín.
