En el salón de clases: Mi hija me miente sobre la escuela

lápiz garabateado

Nota del editor: Cada martes, Abby Freireich y Brian Platzer responden a las preguntas de los lectores sobre la educación de sus hijos. ¿Tienes una? Envíales un correo electrónico a [email protected].


Queridos Abby y Brian,

Os escribo sobre mi hija, una alumna de séptimo curso a la que llamaré Z. Su escuela es totalmente remota desde la primavera pasada. A Z le encantaba la escuela, pero después de un año de clases a distancia, está totalmente desmotivada.

Me aterra que, con la llegada del instituto, se esté quedando atrás. Solía ser la mejor de su clase, pero todo ha cambiado en el último año. Para empeorar las cosas, a veces cuando le pregunto si ha hecho su trabajo, me miente, ya que luego me entero por el profesor de que el trabajo no se hizo. No soporto que me mienta.

Pero por mucho que le regañe o le ruegue o le regañe o le ofrezca aumentos de la paga si lo hace mejor, nada parece cambiar las cosas.

¿Qué debo hacer?

Anónimo
Ann Arbor, Mich.


Estimado anónimo,

Este es un momento difícil tanto para los niños, que luchan por mantenerse motivados en la escuela, como para sus padres, que están desesperados por apoyarlos. ¿Puede alguien culpar a un adolescente por sentirse abrumado o desapegado? Ahí es donde debe centrarse usted como padre: en su bienestar general. El éxito académico de Z seguirá a su felicidad.

Esta mentalidad debería informar todo tu enfoque. En lugar de, según tus palabras, regañarla o reprenderla en un esfuerzo por presionarla para que saque mejores notas, dale a Z la oportunidad de entusiasmarse con intereses fuera de la escuela. Al dedicar tiempo a las actividades extraescolares que le interesan, Z tendrá la oportunidad de reencontrarse con las actividades que le gustan y de adquirir confianza fuera de lo académico. Tanto si lo que le gusta es el baloncesto, el canto, la vida religiosa o el boxeo, anímala a seguir con estos intereses y dale un feedback positivo por hacerlo. En este momento, tu ansiedad por su futuro está jugando un papel demasiado importante en tus interacciones actuales. Centrarse en las actividades que ella disfruta inyectará más positividad en vuestra relación.

Dicho todo esto, tienes que hablar de sus mentiras. Puedes plantear esto como algo no negociable: Dile que sabes que es un momento difícil, pero que valoras la honestidad por encima de todo. Deja claro que cuanto más honesta sea Z, mejor podrás apoyarla en todos los aspectos y, a su vez, más autonomía tendrá. Anímala a que te avise cuando necesite ayuda, cuando la clase sea aburrida y cuando no pueda concentrarse en lo que dice el profesor porque está preocupada. Colocar su horario diario o semanal en un lugar visible le ayudará a sentirse estructurado y aliviado, ya que sabrá que puede hacer una pausa rápida para ir al baño o tomar agua durante la clase o el momento del día que le resulte más difícil.

Siempre que sea posible, anima a Z a que se dirija a sus profesores con preguntas específicas, ya que esto le ayudará a comprender el material y, con el tiempo, a ganar confianza. Muchos profesores se han sentido bastante desconectados de sus alumnos durante la pandemia. Ya sea separados por la distancia física y la pantalla del ordenador o por la imposibilidad de ver las expresiones faciales debido a las máscaras, los educadores están luchando por conocer a sus alumnos este año. Muchos de nosotros estamos deseosos de que los estudiantes se pongan en contacto con nosotros para hacernos saber lo que es difícil, dónde necesitan ayuda, o lo que están pensando en general. Así que si Z está dispuesta a enviar un correo electrónico a un profesor, anímala a hacerlo; los profesores vemos esta iniciativa como una señal de compromiso y autodefensa. A continuación, habla de establecer pequeños objetivos diarios, como hacer tres comentarios o formular tres preguntas cada día de clase. Estas tareas manejables facilitarán la participación de Z, y puede que se encuentre más comprometida después de estos puntos de entrada iniciales en la discusión en clase.

Sobre todo, intenta centrarte en la vida emocional de Z. Aunque tu ansiedad es comprensible, expresarla sólo genera dudas en Z y provoca antagonismo en tu relación con ella. Dar a tu hija la oportunidad de sentirse mejor consigo misma y superar estos momentos difíciles la preparará para el éxito a largo plazo, tanto dentro como fuera del aula.


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