Empresas y sindicatos critican la próxima herramienta de la UE para la cadena de suministro

El Instrumento de Emergencia del Mercado Único (SMEI) – un nuevo reglamento que la Comisión de la UE tiene previsto proponer el lunes (19 de septiembre) – está siendo criticado por las partes interesadas antes de que la Comisión haya propuesto formalmente el texto.

Mientras que las asociaciones empresariales temen una intromisión excesiva en la libertad de empresa, los sindicatos están preocupados por el derecho de huelga que podría verse afectado inesperadamente por el nuevo instrumento.

Con el SMEI, la Comisión quiere que el mercado único de la UE sea más resistente a las crisis que puedan poner en peligro su integridad o el suministro de bienes de importancia estratégica.

Para conseguirlo, la Comisión propondrá medidas por las que en ocasiones se podría obligar a las empresas a entregar información sobre sus cadenas de suministro a las autoridades públicas. En situaciones de emergencia, la Comisión podría incluso obligar a las empresas a dar prioridad a determinados pedidos sobre otros, interfiriendo así en lo que las empresas consideran sus libertades empresariales.

¿Un peligro para la credibilidad de las empresas de la UE?

«Es bueno que con los planes de un Instrumento Europeo de Emergencia, la Comisión de la UE vuelva a centrarse en el mercado único», dijo en un comunicado Thilo Brodtmann, director ejecutivo de VDMA, una asociación de la industria de la ingeniería mecánica.

«Sin embargo, la VDMA rechaza los elementos del instrumento de emergencia que limitan la libertad empresarial», añadió.

Si bien la asociación está de acuerdo con las medidas del SMEI que deben garantizar que el comercio intracomunitario siga abierto, rechaza con vehemencia las medidas más intrusivas, especialmente la posibilidad de que la Comisión redefina las prioridades en las carteras de pedidos de las empresas europeas.

«Este tipo de política de crisis es un ‘no-go’ porque daña la reputación de Europa como lugar de negocios y la competitividad de las empresas europeas», dijo Brodtmann sobre la disposición establecida en el artículo 29 del proyecto de propuesta visto por EURACTIV.

Andreas Brunsgaard, asesor principal de la mayor asociación empresarial danesa, Dansk Industri, señaló algo similar cuando declaró al medio de comunicación danés Watch Medier que la disposición «socava la credibilidad de las empresas europeas que cumplen sus obligaciones contractuales con los socios comerciales de fuera de la UE».

Parece probable que esta disposición sea la manzana de la discordia durante el proceso legislativo del Parlamento Europeo y del Consejo de la UE.

Temiendo por el derecho de huelga

Los sindicatos, por su parte, están preocupados por otro punto de la propuesta legislativa.

La nueva normativa también podría derogar una reglamento más antiguo de 1998 que pretendía eliminar los obstáculos a la libre circulación de mercancías en el mercado único. Sin embargo, el antiguo reglamento contenía una disposición que garantizaba explícitamente el derecho de los trabajadores a la huelga, mientras que en el proyecto de reglamento propuesto no existe tal disposición.

A la Confederación Europea de Sindicatos (CES) le preocupa ahora que una huelga pueda considerarse una «crisis» en el marco de las PYMES y que esto socave la acción colectiva en la UE.

«El respeto de los derechos laborales es fundamental para la economía social de mercado de la UE y nunca puede tratarse como un obstáculo para el funcionamiento del mercado único», dijo Isabelle Schömann, secretaria confederal de la CES, en un comunicado de prensa, en el que pedía a la Comisión que reforzara los derechos de los trabajadores en la propuesta.

Cuáles de las muchas otras disposiciones del SMEI serán también objeto de lucha se hará evidente en los días posteriores al 13 de septiembre, cuando se espera que la Comisión de la UE presente su propuesta.