El Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Lloyd Austin, será el anfitrión de las conversaciones de defensa centradas en Ucrania con los aliados en la Base Aérea de Ramstein en Alemania la próxima semana, dijo el Pentágono el jueves (21 de abril), mientras Rusia sigue aumentando sus fuerzas armadas como parte de su ofensiva oriental en el Donbás.
El anuncio se produce mientras el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, ha apelado repetidamente a Occidente que su país, devastado por la guerra, necesitaba más armas pesadas para defenderse de la invasión rusa que amenazaba la propia supervivencia de Ucrania, y pidió a las naciones occidentales que impusieran más sanciones.
«El objetivo es reunir a las partes interesadas de todo el mundo para una serie de reuniones sobre las últimas necesidades de defensa (de Ucrania) y (…) garantizar que se respete y desarrolle la seguridad y la soberanía duradera de Ucrania a largo plazo», dijo el portavoz del Pentágono, John Kirby, sobre la reunión prevista para el próximo martes (26 de abril).
EURACTIV entiende que esto también incluiría consideraciones iniciales sobre las necesidades de defensa de Ucrania más allá de la guerra actual.
«Creemos que es el momento de tener también esa discusión», confirmó Kirby a los periodistas.
Sin embargo, es probable que el enfoque principal se centre en cómo aumentar el apoyo militar a Ucrania a corto plazo.
Anteriormente, el jueves 21 de abril, el gobierno estadounidense anunció 800 millones de dólares en nueva ayuda militar para Kiev, incluyendo piezas de aviones de combate, artillería y aviones no tripulados. Washington ha prometido o entregado armas por valor de más de 3.300 millones de dólares a Ucrania desde el inicio de la guerra de agresión de Rusia.
Estados Unidos y sus aliados de la OTAN han incrementado la entrega de tanques, helicópteros y otro armamento a Ucrania mientras las fuerzas del país se preparan para las batallas a gran escala contra las tropas rusas en la región de Donbas, en el este de Ucrania.
Cada vez más, también están enviando armas pesadas a Ucrania, pero no Alemania.
El canciller alemán, Olaf Scholz, se enfrenta a crecientes críticas en su país y en sus aliados occidentales por la indecisión y el fracaso de su gobierno a la hora de entregar armas pesadas a Ucrania para ayudarla a defenderse de los ataques rusos, incluso cuando otros aliados occidentales incrementan los envíos.
El primer ministro estonio Kaja Kallas publicó un gráfico esta semana en el que se detallaba el apoyo prestado por una serie de países a Ucrania, teniendo en cuenta su producción económica.
A diferencia de otros aliados occidentales, Berlín no suministró armas a Ucrania antes de la invasión rusa del 24 de febrero e incluso bloqueó a los aliados el envío de material militar de origen alemán, dada la política de larga data de no exportar armas a zonas de guerra.
Scholz prometió esta semana la entrega de armas antitanque y antiaéreas de los arsenales militares alemanes, que describió sin embargo como «armas defensivas».
Aunque el gobierno se niega a detallar lo que realmente ha enviado hasta ahora, la Bundeswehr ha enviado un total de existencias por valor de 83 millones de euros, según la ministra de Defensa alemana, Christine Lambrecht.
Los observadores consideran que las conversaciones de Ucrania con la base aérea de Ramstein, en el suroeste de Alemania, la mayor base militar estadounidense fuera de Estados Unidos, son también una oportunidad para empujar a Berlín a asumir más compromisos.
Funcionarios estadounidenses afirman que las entregas de armas occidentales y las conquistas de equipos sobre el terreno han empezado a suponer ventajas armamentísticas para Ucrania.
Según el blog militar Oryx, que ha realizado uno de los seguimientos más exhaustivos basados en fotos y vídeos verificados y geolocalizados en las redes sociales, las tropas rusas han perdido al menos 481 tanques hasta la tarde del jueves (21 de abril), con 269 destruidos y 212 capturados por los opositores ucranianos.
En el lado ucraniano, sin embargo, 52 tanques habrían sido destruidos y 73 habrían pasado al control ruso.
Kirby no dijo cuántos aliados participarían en las conversaciones. Pero no sólo se invitaría a los países de la OTAN, añadió.
Más tarde, el viernes (22 de abril), en una sesión informativa separada, confirmó a los periodistas que más de 20 naciones de las 40 invitadas ya han confirmado su participación, y se espera que lleguen más confirmaciones.
Esto se produce después de que en una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN a principios de este mes se celebraran consultas con una amplia gama de miembros no pertenecientes a la OTAN, como Suecia, Finlandia, Ucrania, Georgia, la UE y los socios de Asia-Pacífico.
