Creación de la economía social europea para prosperar

Del idealismo a la acción. Ahora, por primera vez, la economía social y la inversión social tienen un asiento en la mesa política de la UE.

Roberta Bosurgi es la directora general de EVPA, European Venture Philanthropy Association.

En diciembre de 2021, la Comisión Europea lanzó el Plan de Acción Europeo para la Economía Social. El plan propone medidas para hacer posible la economía social, con el objetivo de impulsar una transición ecológica y justa.

Los inversores sociales han sido trabajando para y abogando por su puesta en marcha desde hace años. Esta comunidad ha prestado un apoyo pionero a las empresas sociales y a las organizaciones con fines sociales, al haber comprendido desde el principio su papel crucial para contribuir al crecimiento sostenible.

El lanzamiento del plan no podía llegar antes. La economía social está en expansión; actualmente representa unos 2,8 millones de entidades en la UE y proporciona 13 millones de puestos de trabajo remunerados. Además, durante la pandemia de Covid-19, los empresarios sociales desempeñaron un papel destacado: estuvieron en primera línea, prestando servicios y cuidados críticos a los más vulnerables, y actuando como red de seguridad social crucial. A la luz de esta experiencia, los emprendedores sociales y los inversores que los apoyan tienen los conocimientos prácticos necesarios para garantizar que la recuperación de Europa en Covid-19 sea justa para todos.

La economía social ha pasado del idealismo a la acción. Mantener a los idealistas activos en este contexto tiene un claro valor: su experiencia práctica es crucial. Y cuando se trata de acceder a los fondos europeos y de garantizar la integridad de las iniciativas de impacto, la comunidad de inversores sociales posee la experiencia que puede garantizar que la economía social prospere.

El dinero importa

El cambio hacia una economía social reforzada no se producirá sin recursos. Afortunadamente, hay recursos a mano: la Unión Europea aprobó un marco financiero para el periodo 2021-2027 y el programa de estímulo NextGenerationEU, en combinación con un valor de 2 billones de euros.

Este paquete incluye InvestEUun nuevo programa que reúne bajo un mismo techo la multitud de instrumentos financieros de la UE actualmente disponibles para apoyar la inversión en la UE. El fondo InvestEU cuenta con un área dedicada a la inversión social y a las competencias.

Las nuevas oportunidades de financiación tienen el potencial de reforzar la capacidad de los inversores sociales y movilizar más recursos e inversiones privadas para una transición justa y verde. Lo que sigue siendo incierto es si la UE tomará las medidas adecuadas para garantizar que los inversores sociales puedan acceder a esta financiación.

Para los inversores sociales, los retos comunes de accesibilidad incluyen:

  • Todos los fondos deben navegar por un entorno legislativo complejo, en el que las ayudas estatales, las actividades transfronterizas y los impuestos varían en función del área de operaciones del fondo.
  • Los fondos que operan por primera vez se enfrentan a retos a la hora de establecer la credibilidad necesaria para atraer a los inversores.
  • Los inversores en empresas sociales en fase inicial pueden encontrarse con costes y riesgos elevados, en desequilibrio con el pequeño tamaño de los billetes (por ejemplo,

La UE también ha apuntado a soluciones para algunos de estos retos; de hecho, una de las piedras angulares del Plan de Acción para la Economía Social de la UE es mejorar el acceso a la financiación. El plan prevé un nuevo Portal de la Economía Social de la UE, que debería proporcionar un punto de entrada claro para las partes interesadas en la economía social que busquen información sobre la financiación, las políticas, las plataformas y las iniciativas pertinentes de la UE. Esto podría permitir tanto a las empresas sociales como a los inversores identificar más oportunidades de financiación a nivel local y de la UE.

Las autoridades públicas nacionales también desempeñan un papel crucial a la hora de facilitar el acceso a la financiación, ya que la mayor parte de la financiación de la UE está descentralizada en los Estados miembros para que la impulsen y la desembolsen. Por lo tanto, estas instituciones deberían entablar un diálogo con el mercado de la inversión social privada y aprovechar la experiencia de esta comunidad para garantizar unas coinversiones público-privadas con impacto.

Garantizar un impacto real

Una mejor medición y gestión del impacto social es también el núcleo del plan de la UE. Paralelamente, la Comisión Europea está trabajando en un nuevo Taxonomía social para aumentar la estrategia de financiación sostenible de la UE.

Con el aumento de los criterios ASG y las inversiones sostenibles, es fundamental definir claramente los objetivos sociales. La transición neta a cero no se producirá sin tener en cuenta también los aspectos sociales: necesitamos una y transición justa.

Todavía no está claro si una taxonomía social es la mejor manera de hacerlo, pero las herramientas estandarizadas para medir el impacto social deLas inversiones son un primer paso válido. Las normas de la UE para las finanzas sostenibles pueden fomentar la ecología y inversiones justas, pero sólo si actúan como un barómetro preciso y evitan realmente el lavado verde y social.

Aquí es donde los responsables políticos de la UE pueden aprender del espacio de impacto y su larga experiencia. Nuestra comunidad ha sido estableciendo normas desde hace décadas y será fundamental para capacitar a otros y elevar el listón de la evaluación del valor social de una inversión.

Garantizar un impacto real ha sido siempre un principio rector de esta comunidad; a medida que la economía social evoluciona, se convierte no sólo en un principio sino en un objetivo alcanzable.