La Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, apoyó la celebración de una convención constitucional para reformar los tratados de la UE en su discurso sobre el estado de la Unión del miércoles (14 de septiembre), insistiendo en que los líderes deben ser «serios» en la reforma de la UE.
En su discurso ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo el miércoles (14 de septiembre), comentó que «si nos tomamos en serio la ampliación de la UE, también debemos tomarnos en serio su reforma». Así que como este Parlamento ha pedido (cambio de tratado), creo que ha llegado el momento de una Convención Europea».
Sin embargo, ofreció pocas ideas o detalles sobre en qué debería centrarse el proceso de reforma de los tratados, más allá de un llamamiento para que los tratados consagren la «solidaridad entre generaciones».
La demanda de cambios en los tratados, cuya última reforma fue el Tratado de Lisboa, que entró en vigor en 2009, ha cobrado fuerza desde que Rusia invadió Ucrania en febrero, y varios gobiernos se han quejado de la lentitud a la hora de acordar sanciones contra el Kremlin debido a la necesidad de unanimidad.
Las políticas que requieren un cambio de tratado también se encuentran entre las recomendaciones surgidas de la Conferencia sobre el Futuro de Europa, el ejercicio de democracia participativa de un año de duración que concluyó a principios de este año.
Mientras tanto, la pandemia de COVID-19 también ha dado lugar a peticiones de reformas para facilitar la cooperación de los países de la UE durante una emergencia sanitaria.
Una convención, que reúna a representantes de los 27 gobiernos nacionales, no garantiza la reforma del tratado, pero es el siguiente paso en el proceso.
Si los Veintisiete se ponen de acuerdo sobre la necesidad de una reforma, establecerán una Conferencia Intergubernamental para elaborar las modificaciones de los tratados.
«Algunos pueden decir que no es el momento adecuado. Pero si nos tomamos en serio la preparación del mundo de mañana, debemos ser capaces de actuar en los ámbitos que más importan a la gente», dijo von der Leyen.
En junio, los eurodiputados respaldaron una resolución que insta a los gobiernos de la UE a establecer una convención constitucional, y los Estados miembros están legalmente obligados a dar una respuesta antes de octubre.
Las declaraciones de Von der Leyen fueron inmediatamente acogidas con satisfacción por la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, quien declaró a EURACTIV que la siguiente tarea era conseguir el apoyo de los gobiernos de la UE.
«Este Parlamento ha estado pidiendo que se abra este artículo del tratado. Ahora necesitamos una mayoría simple en el Consejo. Voy a trabajar para que todos y cada uno de los gobiernos tengan en cuenta las demandas de los ciudadanos», dijo.
Refiriéndose a la necesidad de seguir las recomendaciones hechas por los ciudadanos de la UE en la Conferencia sobre el Futuro de Europa, Metsola añadió que «lo peor que podríamos hacer es mirar hacia otro lado. No podemos pedir a nuestros ciudadanos que nos digan lo que esperan de nosotros, para luego decirles que no vamos a hacer nada de eso».
Un grupo de gobiernos, encabezados por los países nórdicos, se oponen actualmente al cambio de tratado, argumentando que la UE debería centrarse en su lugar en hacer frente a las consecuencias de la crisis.
La jefa de la Comisión también dio su apoyo a una «Comunidad Política Europea», una idea impulsada por el presidente francés Emmanuel Macron a principios de este año, que ofrecería una alternativa a la plena adhesión a la UE para países que van desde «el Reino Unido a Ucrania» y que comparten los valores de la UE en materia de comercio, Estado de Derecho y democracia.
