Sobre el compromiso de la industria del cobre con la responsabilidad social

Laurent Chokoualé Datou es el Vicepresidente de Asuntos Públicos de la Asociación Internacional del Cobre.

Con el establecimiento por parte de la UE de normas obligatorias sobre la diligencia debida en materia de sostenibilidad de las empresas, ha quedado claro que los legisladores consideran necesario pasar de los regímenes voluntarios a la normativa para garantizar que determinadas cadenas de valor mundiales funcionen de forma sostenible y socialmente responsable. Aunque la normativa es un componente clave para garantizar que las empresas protejan los derechos humanos y aborden cualquier impacto medioambiental adverso, muchas empresas del sector del cobre han sido las primeras en dar prioridad a estas preocupaciones en sus operaciones.

Los miembros de la Asociación Internacional del Cobre (ICA) son conscientes del impacto potencial de sus operaciones sobre los trabajadores, las comunidades y la sociedad. En consecuencia, muchos miembros se han comprometido a realizar evaluaciones exhaustivas de su producción a nivel de planta para afirmar su sostenibilidad antes de que entre en la cadena de suministro. Los miembros de la ACI han dado prioridad a la responsabilidad social en todos los niveles, desde la seguridad de los trabajadores hasta el desarrollo de las comunidades locales y la protección del medio ambiente.

La industria del cobre se toma muy en serio la responsabilidad social y la seguridad y el bienestar de los empleados, yendo más allá del mero cumplimiento de la normativa laboral. Los miembros de la ICA son plenamente conscientes de que las operaciones industriales no se producen en el vacío, y el compromiso de la comunidad, la cooperación con las comunidades locales y la salvaguarda de los derechos de las poblaciones indígenas son fundamentales para las operaciones socialmente responsables.

Teck Resources ha realizado importantes esfuerzos para apoyar a quienes viven en sus comunidades, no sólo invirtiendo 2 millones de dólares en el norte de Chile para crear un centro de aprendizaje con clases de emprendimiento, habilidades empresariales y otros avances económicos para las mujeres indígenas, sino también entrando en cuatro acuerdos con organizaciones locales que representan a 16 comunidades cercanas a su yacimiento Highland Valley Copper (HVC), para tomar decisiones conjuntas sobre cuestiones normativas basadas en el consenso. Esto condujo a la creación de protocolos de comunicación y de un grupo de trabajo comunitario para orientar las consultas sobre el uso del suelo y las operaciones de la mina. Las partes interesadas de la comunidad son un recurso indispensable para garantizar que las operaciones tengan en cuenta las preocupaciones locales.

Los constantes avances tecnológicos han revolucionado la seguridad en la industria minera, y las nuevas inversiones en tecnologías innovadoras desempeñan un papel fundamental para impulsar el progreso continuo. Estos avances tecnológicos y de equipamiento desempeñan un papel fundamental para mejorar la seguridad, garantizar el bienestar de los empleados, reducir las emisiones y minimizar el impacto en las comunidades.

Por ejemplo, la fatiga de los trabajadores es uno de los problemas de seguridad más generalizados en la minería, y el esfuerzo a largo plazo para combatirla es emblemático del compromiso de los miembros de la ACI con la mejora continua. Al emplear tecnologías de vanguardia como una banda neuroconectada que se coloca en el casco de los conductores de camiones, empresarios como BHP Billiton, Rio Tinto y Anglo American están utilizando la tecnología de ondas cerebrales para detectar la fatiga. Este sistema alerta a los conductores, supervisores y personal de apoyo sobre posibles peligros, lo que permite mejorar la vigilancia, aumentar la seguridad de los trabajadores y reducir los tiempos de inactividad.

La protección de los trabajadores y el compromiso de las comunidades son elementos importantes, pero el componente medioambiental de la responsabilidad social fue a veces pasado por alto por la industria en el pasado. La preservación del medio ambiente local no sólo es importante para las comunidades cercanas, sino que también está estrechamente relacionada con los esfuerzos globales para mitigar el cambio climático. La industria del cobre ha reconocido que la minería tiene impactos duraderos, ya que los proyectos mineros son empresas complejas que pueden prolongarse durante generaciones y requieren grandes cantidades de equipos y cientos -a veces miles- de personal. Precisamente por eso, la industria del cobre considera que la colaboración con las comunidades locales es clave para lograr una minería responsable en todas las fases, desde la exploración hasta el desarrollo y la producción.

Por ejemplo, Anglo American se ha comprometido a conservar el agua en sus operaciones mineras y a colaborar con las comunidades locales para desarrollar métodos eficientes de gestión del agua en Chile. Consciente de los desafíos que enfrentan las comunidades rurales en Chile debido a las severas sequías, Anglo American creó el Programa Agua Rural, para aplicar su investigación y tecnología de gestión del agua para encontrar una solución para más de 100.000 personas que viven en estas regiones.

La industria del cobre no ha evitado reconocer las mejoras necesarias para que la minería sea más segura y sostenible en toda la cadena de suministro.Aunque todavía queda mucho camino por recorrer, los miembros de la ACI están demostrando un fuerte compromiso con la construcción de una industria responsable a escala local y global.

Para plasmar este compromiso, en 2020 los miembros de la ACI lanzaron la Marca del Cobre, un marco de garantía independiente de la industria que evalúa, para distinguir el cobre producido de forma responsable. El marco se desarrolló en línea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 12 de las Naciones Unidas («garantizar patrones de consumo y producción sostenibles»), para garantizar un trato justo a los trabajadores, el desarrollo de las comunidades locales y el respeto al medio ambiente entre los socios de las fases anteriores y posteriores.

Aunque la regulación es necesaria para garantizar la diligencia debida de las empresas en el conjunto de la economía, los regímenes voluntarios de las empresas siguen siendo pertinentes, ya que pueden ejercer presión sobre todo el sector para que actúe conjuntamente y vaya más allá de la simple diligencia debida y mantenga un alto nivel de ambición.

La Asociación Internacional del Cobre y sus miembros están plenamente comprometidos a trabajar con las comunidades, los gobiernos y la cadena de suministro en general para construir una industria verdaderamente sostenible.