Situar la co-innovación en el centro de las relaciones exteriores ecológicas de la UE

La UE debe intensificar su cooperación en materia de innovación ecológica con otras partes del mundo, escribe Mats Engström.

Mats Engström es miembro visitante del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR)

No hay mucho tiempo para evitar un cambio climático catastrófico. Un factor clave es la rapidez con la que se difunden las nuevas tecnologías de baja emisión de carbono a nivel mundial. Por ejemplo, hay avances prometedores en las industrias intensivas en carbono, como la producción de acero.

La Unión Europea y varios Estados miembros tienen políticas ambiciosas para apoyar la transformación industrial verde, como el Fondo de Innovación financiado dentro del sistema de comercio de emisiones (ETS). Sin embargo, no se ha abordado suficientemente la necesidad de una rápida difusión y de una tecnología adaptada a las necesidades del Sur Global. Pueden encontrarse ejemplos similares en otros ámbitos como la energía, el transporte y la agricultura. Por ello, la UE debe intensificar su cooperación en materia de innovación verde con otras partes del mundo.

Otra razón es la tensión que supone para las relaciones exteriores de la UE la propuesta de un mecanismo de ajuste en la frontera del carbono (CBAM). Aunque hay buenas razones para gravar la importación de bienes intensivos en carbono, muchas partes del mundo han reaccionado con fuerza a la propuesta del CBAM. Además, las propuestas de un club internacional del clima corren el riesgo de crear la impresión de que el mundo rico avanza sin tener suficientemente en cuenta a los países en desarrollo.

El Parlamento Europeo está debatiendo ahora sus posiciones sobre el CBAM y el RCCDE revisado, y el Consejo ha iniciado los debates. Para facilitar el progreso climático global y reducir las tensiones políticas, parte de los ingresos de la CBAM deberían utilizarse para apoyar a los países en desarrollo (como sostienen muchos). Es alentador que el ponente del Parlamento Europeo, Mohammed Chahim, proponga un apoyo financiero para financiar la descarbonización de las industrias de los países menos desarrollados (PMD).

Pero entre los socios comerciales del Sur Global también hay países importantes como India, Indonesia y Egipto, que no son PMA. Se necesita una señal clara sobre la cooperación en materia de innovación con todo el Sur Global. Lo mismo ocurre con los países vecinos de la UE, como Ucrania, que se verán muy afectados por el CBAM.

Para fomentar las transiciones con bajas emisiones de carbono en estos países, la UE podría crear un Fondo de Co-innovación y Difusión de Tecnologías Verdes, financiado en parte con los ingresos del RCCDE y la CBAM, y en parte con el Programa Europa Global, tal y como se describe en un reciente informe del ECFR. A nivel interno, la UE y sus Estados miembros tendrán que aumentar sustancialmente su inversión en recursos humanos y económicos para las redes de innovación verde con países clave.

La UE también puede desbloquear las negociaciones multilaterales sobre transferencias de tecnología verde adoptando un enfoque más constructivo en la Organización Mundial del Comercio en cuestiones como los derechos de propiedad intelectual. Es importante que las tecnologías de vanguardia desarrolladas con apoyo público no sean monopolizadas por los primeros en llegar.

En la Cumbre UE-África prevista para febrero, Europa puede demostrar que su política industrial verde no consiste únicamente en promover las empresas nacionales. La UE también podría colaborar, por ejemplo, con India para desarrollar tecnologías verdes adaptadas a terceros países del Sur Global. Apoyando la propuesta de Alianza Mundial del Hidrógeno Verde podría ser un paso de este tipo.

Si el Parlamento Europeo propone en su primera lectura un aumento de la co-innovación y la financiación de la difusión de la tecnología verde con los países en desarrollo y los países vecinos como parte de la CBAM/ETS, hay varias posibilidades para canalizar ese dinero que se pueden seguir explorando con la Comisión y el Consejo en los debates posteriores, incluyendo:

  • Reforzar la dimensión exterior de Horizonte Europa y ampliar las posibilidades de financiar la demostración a gran escala junto con los socios internacionales.
  • Destinar parte del Fondo de Innovación a empresas europeas que participen en proyectos de co-innovación con países en desarrollo o vecinos.
  • Crear un instrumento similar al Empresa de Innovación para el Desarrollo de EE.UU. y el nuevo instrumento de Francia Fondo para la Innovación en el Desarrolloe integrar esta forma de trabajar en la parte de programación estratégica de NDICI – Europa Global.
  • Apoyar la cooperación tecnológica en el marco de la aplicación del Acuerdo de París, por ejemplo en la propuesta conferencia de donantes para colmar las lagunas de la tecnología verdey a través de un mecanismo de concesión de licencias de tecnología verde en el marco de la Iniciativa Mundial sobre el Clima.Fondo.
  • Sobre la base del acuerdo con Sudáfrica sobre la eliminación del carbón, que incluye una parte de cooperación en materia de innovación, negociar acuerdos con otros países como India, Indonesia y Vietnam que incluyan la transformación industrial ecológica.

Las posiciones del Parlamento Europeo sobre la CBAM y el ETS serán decisivas. No es necesario concretar todos los detalles en la primera lectura, pero se necesita una señal clara sobre la financiación suficiente para la co-innovación y la transferencia de tecnología verde con el Sur Global y la Vecindad Europea.