Marruecos vota a favor de revisar sus vínculos con el Parlamento Europeo

Los legisladores marroquíes votaron el lunes (23 de enero) por unanimidad revisar los lazos con el Parlamento Europeo, acusándole de injerencia tras una resolución que instaba al reino a respetar la libertad de prensa.

Los diputados de las dos cámaras del Parlamento marroquí se reunieron en la capital, Rabat, para celebrar una sesión conjunta en respuesta al texto europeo no vinculante adoptado el jueves.

En una declaración tras su sesión, los legisladores marroquíes calificaron la resolución europea de «ataque inaceptable contra la soberanía, la dignidad y la independencia de las instituciones judiciales del reino.»

Dijeron que había «dañado gravemente la confianza fundamental» entre ellos.

En consecuencia, el Parlamento marroquí «decidió reconsiderar sus relaciones con el Parlamento Europeo y someterlas a una evaluación global», declaró Rachid Talbi Alami, presidente de la Cámara de Representantes. No dio más detalles.

En virtud de un acuerdo de 1996, Marruecos y la Unión Europea mantienen estrechas relaciones económicas y comerciales, especialmente en los sectores de la agricultura y la pesca.

«Sus decisiones no van a intimidarnos, y no vamos a cambiar nuestro camino ni nuestro enfoque», declaró Mohammed Ghiat, presidente de la Agrupación Nacional de Independientes, el mayor partido de la coalición gobernante de Marruecos.

Los legisladores europeos habían instado en Estrasburgo a Marruecos a «respetar la libertad de expresión y la libertad de los medios de comunicación» y a «garantizar a los periodistas encarcelados… un juicio justo».

La organización de defensa de los derechos humanos Reporteros sin Fronteras (RSF) se felicitó por el voto del Parlamento Europeo, que supone una ruptura con «25 años de pasividad».

Algunos legisladores consideraron que Francia, antigua potencia colonial de Marruecos, impulsó la medida europea.

«Tras las bambalinas de esta decisión se esconde un país al que considerábamos amigo y socio sólido, pero el olor a gas le ha hecho perderlo», dijo Ahmed Touizi, del Partido Autenticidad y Modernidad.

Touizi, cuyo partido pertenece a la coalición mayoritaria, se refería al estrechamiento de los lazos entre París y Argelia, vecino y rival de Marruecos, y uno de los principales exportadores de gas a los países europeos.

«Marruecos está harto del doble rasero», declaró a la AFP Abdelmajid Fassi Fihri, del partido Istiqlal. Lamentó que el Parlamento Europeo no haya condenado los ataques a la libertad de prensa en Argelia.

Periodistas encarcelados

Dos de los casos de periodistas más sonados en Marruecos son los de Omar Radi y Soulaimane Raissouni, condenados en apelación el año pasado, acusados de abusos sexuales.

Radi, de 36 años, que ha sido crítico con las autoridades marroquíes, fue condenado a seis años de prisión por violación y espionaje, cargos que él niega.

Raissouni cumple una condena de cinco años. También él ha mantenido siempre su inocencia, y afirma que fue procesado «por sus opiniones».

Las autoridades marroquíes insisten en que el poder judicial es independiente y que los casos contra periodistas no tienen nada que ver con el periodismo.

La semana pasada, los parlamentarios europeos también se declararon «profundamente preocupados» por las acusaciones de que las autoridades marroquíes habían sobornado a sus miembros, y reafirmaron el compromiso del Parlamento Europeo de «investigar a fondo» la corrupción.

El escándalo de corrupción protagonizado por eurodiputados que estalló el mes pasado causó conmoción en los círculos de la UE en Bruselas, con eurodiputados acusados de aceptar sobornos tanto de Qatar como de Marruecos.

Ambos países niegan vehementemente las acusaciones.

Tras la resolución europea, una «fuente autorizada» del ministerio de Asuntos Exteriores de Rabat, citada por un medio de comunicación cercano al gobierno, declaró que la medida de la UE no tendría «ningún impacto en Marruecos».

La fuente dijo que «encaja con las agresiones y hostigamientos sufridos por el reino por parte de aquellos a los que molesta el desarrollo, la prosperidad y el fuerte papel de Marruecos en la región.»