Los países de la zona euro estudian la coordinación de los planes de apoyo a la energía mientras se avecina la recesión

Los ministros de Economía de la zona euro debatirán el lunes (7 de noviembre) cómo coordinar mejor las ayudas a las economías frente a la subida de los precios de la energía para reducir la incertidumbre que estos planes crean para sus presupuestos de 2023 y para prepararse mejor ante una inminente recesión.

Alemania enfureció a sus pares de la Unión Europea en septiembre al anunciar un plan de apoyo a los hogares y las empresas por valor de hasta 200.000 millones de euros, una cantidad que pocos países pueden igualar y que, según los críticos, amenaza la competencia leal dentro del mercado único de la UE. Otros países de la UE también han anunciado planes de ayuda, pero de menor cuantía.

Estos planes, que actúan como un estímulo fiscal, no sólo aumentan la ya abultada deuda pública de la zona euro de 19 países, sino que también dificultan al Banco Central Europeo la lucha contra la inflación, que en octubre alcanzó el 10,7% anual.

En este sentido, los ministros de la eurozona acordaron en septiembre y octubre que las ayudas de los gobiernos debían ser específicas y temporales, pero muchos de estos planes no lo han sido.

«Las medidas no han sido tan específicas y temporales como se había previsto, la mayoría han sido amplias», dijo un alto funcionario de la zona del euro que participó en la preparación de las conversaciones de los ministros.

«Se reconoce que las medidas amplias no son sostenibles durante mucho tiempo».

Cantidad fija a precio subvencionado

Una de las opciones que se están debatiendo es que los gobiernos proporcionen una cantidad fija de energía a un consumidor a un precio subvencionado, y que el consumo que supere ese límite se liquide al precio más alto del mercado, según los funcionarios.

«No sería lo óptimo, pero no buscamos lo óptimo, sino lo política y económicamente sostenible», dijo el mismo alto funcionario.

«Si hay suficiente terreno común, buscaríamos que la Comisión Europea elaborara los detalles y un conjunto de principios que los gobiernos de la UE pudieran aplicar en las políticas nacionales».

Estos principios comunes permitirían a la UE mantener una competencia justa entre sus economías y también ayudarían a los ministros a planificar el gasto presupuestario en 2023.

El mes pasado, todos los países de la zona del euro presentaron sus proyectos de presupuesto para el próximo año a la Comisión para que los comprobara y se asegurara de que cumplían con las normas de la UE y con una orientación común de la política fiscal que debe pasar de ser «solidaria» este año a ser «neutral» en 2023.

Pero sólo contienen los gastos ya legislados, sin tener en cuenta las necesidades que puedan surgir más adelante, en 2023, cuando sea necesario prorrogar algunos de los actuales regímenes de apoyo a la energía.

Una recesión económica, prevista para principios del año que viene, es probable que aumente las presiones fiscales sobre los presupuestos, aunque alivie las presiones inflacionistas por la caída de la demanda, según los funcionarios.