La Comisión Europea insta a los Estados miembros a invertir más

Ante el aumento sustancial de la inseguridad para la economía europea debido a la guerra de agresión de Rusia en Ucrania, el ejecutivo de la UE pidió a los países que sigan invirtiendo en el crecimiento económico y que se mantengan abiertos a una eventual prolongación de la suspensión de las normas fiscales.

El llamado «orientación fiscal» de la Comisión Europea para el año 2023 fue presentada el miércoles (2 de marzo) por el vicepresidente ejecutivo Valdis Dombrovskis y el comisario Paolo Gentiloni. Su objetivo es ofrecer recomendaciones a los Estados miembros que están planificando sus presupuestos para 2023.

Las orientaciones eran esperadas desde hace tiempo por los Estados miembros, ya que se esperaba que la UE volviera a las normas fiscales más estrictas que se suspendieron mediante una cláusula general de escape para permitir a los Estados miembros reaccionar ante la pandemia.

Sin embargo, el ataque de Rusia a Ucrania arroja una nueva sombra de inseguridad sobre la futura evolución económica.

«Después de una fuerte respuesta de la UE a la pandemia, nos enfrentamos a una nueva incertidumbre con la bárbara agresión rusa en Ucrania, unida a los retos existentes como la inflación y los altos precios de la energía», dijo el vicepresidente Dombrovskis, añadiendo que las sanciones de la UE tendrían «inevitablemente» consecuencias negativas para la economía.

Buenos fundamentos

No obstante, los comisarios afirmaron que los fundamentos de la economía de la UE son buenos. Los riesgos de la guerra rusa para la economía de la UE están limitados por el hecho de que sólo alrededor del 4% de las exportaciones de la UE van a Rusia.

El Comisario de Economía, Gentiloni, dijo: «No esperamos que la recuperación descarrile por completo, sino que se debilite». Pidió una estrecha cooperación de las políticas fiscales de los Estados miembros a nivel de la UE.

La Comisión subrayó la importancia de promover el crecimiento a través de la inversión. Un alto funcionario de la UE explicó la postura de la Comisión: «Una consolidación demasiado brusca podría afectar negativamente al crecimiento y, por tanto, a la sostenibilidad de la deuda».

El ejecutivo de la UE diferenció entre los países altamente endeudados y los menos endeudados. Mientras que a los Estados miembros con bajos niveles de deuda en relación con el PIB se les animó a mantener una política de gasto expansiva, a los Estados con mayores niveles de deuda se les animó a mantener el crecimiento de su gasto corriente bajo control.

Recortar el gasto corriente, no la inversión

Los países muy endeudados también deberían abstenerse de recortar la inversión, según la Comisión. Con esta postura, la Comisión se hace eco de los argumentos de los gobiernos francés e italiano, que afirman que los niveles de deuda sólo pueden reducirse mediante un alto crecimiento económico.

No obstante, la Comisión argumentó que, por el momento, seguía planeando volver a la mayoría de las normas fiscales en 2023. Las más conocidas entre estas reglas son el objetivo de mantener los niveles de deuda pública por debajo del 60% del PIB y los déficits presupuestarios anuales por debajo del 3% del PIB.

«Los Estados miembros que tengan previsto incumplir el umbral de déficit del 3% del PIB en 2023 y años posteriores deberán exponer las medidas políticas que tienen previstas para situarse por debajo de dicho umbral», dijo un alto funcionario de la UE.

Esto concierne, por ejemplo, al Gobierno italiano, que actualmente tiene previsto un déficit presupuestario superior al 3% en 2023.

Otra mirada a las reglas fiscales

Sin embargo, debido a la incertidumbre económica, la Comisión anunció que volvería a examinar la cuestión de la reaplicación de las normas fiscales en mayo, cuando estén disponibles las nuevas previsiones económicas.

Además, la Comisión planea ignorar una regla fiscal crucial y muy criticada para 2023, a saber, el requisito de que los países con niveles de deuda superiores al 60% del PIB deben reducir sus niveles de deuda en 1/20 de la diferencia entre su nivel actual de deuda/PIB y el 60%.

Para los países altamente endeudados, como Italia, esta norma significaría que tendría que reducir su deuda en un 5% del PIB cada año, lo cual es prácticamente imposible.

No se espera que la supresión de la regla del 1/20 encuentre mucha resistencia, incluso por parte de los gobiernos fiscalmente más beligerantes. Incluso el economista jefe del ministro de finanzas alemán, y conocido halcón fiscal, Lars Feld, dijo que la supresión de esta regla podría formar parte de un futuro compromiso sobre las reglas fiscales entre los Estados miembros de la UE que abogan por una política fiscal más expansiva y los gobiernos más halcones.

Una reforma más profunda de las normas fiscales de la UE se debate actualmente entre los gobiernos de la UE y la Comisión. Se espera que la Comisión presente sus propuestas para esta reforma en los próximos meses.