Francia y Alemania se reconcilian por el bien de la industria de la UE y contrarrestan el proteccionismo de EEUU

Reactivar la política industrial europea para contrarrestar el aumento de los precios de la energía, las consecuencias de la guerra en Ucrania y los efectos negativos de las medidas proteccionistas adoptadas por terceros países, entre ellos Estados Unidos, fue lo que pidieron el martes (22 de noviembre) los gobiernos de Francia y Alemania.

Los ministros de Economía de Alemania y Francia, Robert Habeck y Bruno Le Maire, se mostraron «firmemente decididos a trabajar juntos para dar una respuesta adecuada a los sectores económicos más vulnerables», en un comunicado publicado por sus respectivos ministerios.

Según el texto, Francia y Alemania harán «compras conjuntas de gas […] con el fin de bajar los precios para los consumidores y la industria» y dicen estar a favor de una «reforma estructural del mercado de la electricidad» para lograr un control sostenible de los precios de la energía.

Los dos aliados también anunciaron el lanzamiento de la cooperación franco-alemana en sectores estratégicos como el hidrógeno, la inteligencia artificial, la ciberseguridad, la política espacial, la informática cuántica y el suministro de materias primas.

Con una acción europea y no sólo franco-alemana, todo ello debería permitir «a nuestras empresas prosperar en la competencia mundial» para reforzar «la soberanía estratégica europea» y «evitar los efectos negativos de las medidas proteccionistas adoptadas por terceros países», como Estados Unidos con la Ley Antiinflacionista.

Y es que ambos países esperan desempeñar un papel destacado para que la UE refuerce «su soberanía estratégica en materia de energía e industria.»

Esto llega después de meses de relaciones tensas entre París y Berlín, que ahora se comprometen a «coordinar y alinear [their] el apoyo a las empresas más afectadas por la crisis energética […] para evitar que se socave la equidad del mercado interior».

Esta promesa no es baladí, teniendo en cuenta que hace varias semanas, una fuente del gobierno francés declaró a EURACTIV Francia que estaba decepcionada y enfadada con el plan de 200.000 millones de euros del gobierno alemán para luchar contra la inestabilidad económica, diciendo que habría esperado «más solidaridad en respuesta a la crisis energética».

Más recientemente, una fuente alemana de alto rango explicó las tensiones franco-alemanas a través del prisma de la guerra en Ucrania: «Hemos entrado en un mundo completamente diferente. Es una oportunidad para replantear nuestras estrategias. Esto es lo que estamos haciendo en un contexto de crisis y de enorme presión sobre los gobiernos.»

Los dos ministros se mostraron «convencidos de que Alemania y Francia tienen un papel clave que desempeñar» en la crisis que atraviesa la UE, entre la inflación, la subida de los precios de la energía y los retos de competitividad a los que se enfrenta.

La reunión entre los dos ministros de Economía sigue a la que mantuvieron el lunes el presidente francés, Emmanuel Macron, y la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock.

Una semana muy «franco-alemana» ya que la oficina del primer ministro anunció el martes que la primera ministra francesa, Elisabeth Borne, viajaría a Berlín para entrevistarse con su homólogo Olaf Scholz el viernes.

(Davide Basso EURACTIV.fr)