El Sumario – El liderazgo de Berlín en la ensoñación

Alemania no es precisamente conocida por sus ambiciones en materia de seguridad internacional. Aunque el discurso de ayer de la ministra de Defensa, Christine Lambrecht, va en la dirección correcta, no deja de recordar la persistente ilusión alemana sobre la lógica de las relaciones internacionales y la noción de liderazgo.

Durante décadas, los aliados de Alemania se lamentaron de su enfoque de «free-rider» en la alianza transatlántica: recoger el «dividendo de la paz» invirtiendo los fondos militares en otros lugares.

En medio de la Zeitenwende que el canciller Olaf Scholz señaló tras el ataque de Rusia a Ucrania, se puede decir que esto ha cambiado.

Al fin y al cabo, el gobierno federal se ha dedicado a cumplir la regla del 2% de la OTAN, un compromiso de la alianza de gastar cantidades significativas del producto interior bruto en defensa, y ha aportado 100.000 millones de euros para poner en forma su desolado ejército.

Sin embargo, los críticos han lamentado a menudo que esta nueva doctrina de defensa alemana carezca de una visión estratégica clara. Se decidió por la necesidad del momento y no fue realmente pensada, dicen.

Lambrecht se ha comprometido a cambiar eso, diciendo que su ministerio está trabajando intensamente en una nueva estrategia de seguridad y exigiendo un cambio de rumbo a toda la cultura política de Berlín.

«Este cambio cultural debe reflejarse también aquí en Berlín, en nuestra clase política, y también de forma bastante concreta y visible», subrayó.

Uno de los principales ejemplos de este cambio de cultura fue el anuncio de la ruptura de un antiguo tabú y el levantamiento del veto a la exportación de armamento producido conjuntamente por los Estados miembros de la UE.

Hasta ese momento, Alemania había insistido en la llamada «cláusula de reserva de valores» (Wertevorbehalt), que permitía al gobierno vetar cualquier exportación de armamento desarrollado conjuntamente.

Aunque muchos en Bruselas, París y Washington podrían percibir esto como un pequeño paso hacia una política de seguridad más realista, en realidad es algo enorme a nivel local.

Hasta este momento, existía un consenso generalizado en la burbuja política de que Alemania debía tener la última palabra en lo que respecta a la exportación de cualquier armamento fabricado localmente, incluso si eso significaba obstaculizar el desarrollo conjunto europeo de armamento.

El discurso de Lambrecht sorprendió gratamente a los observadores, sobre todo porque a menudo se la ha presentado como el eslabón más débil del gobierno de coalición. Ya antes de la guerra de Ucrania, ha sido blanco frecuente de bromas en la televisión, y muchos pidieron su dimisión, alegando su aparente falta de competencia.

Parece que el gobierno puede ir en serio con este intento de impulsar un cambio de cultura. Pero sigue existiendo un grave problema: la ilusión por la lógica de la seguridad internacional.

Todo se reduce a una frase que dice mucho de la arrogancia alemana: cuando dijo que Alemania debería aceptar un papel militar de liderazgo en Europa.

Justificó este razonamiento refiriéndose al poder económico de Alemania y a su ubicación geográfica. «Eso nos convierte en la primera potencia, nos guste o no, incluso en lo que respecta a las cuestiones militares».

En Bruselas se pusieron los ojos en blanco. ¿Alemania, de entre todos los países, líder militar en Europa? ¿El viejo Berlín que se mira el ombligo? ¿La misma Alemania que se niega obstinadamente a entregar tanques a Ucrania? ¿Uno de los países más reacios a apoyar a Ucrania por cualquier medio militar?

Los políticos alemanes siguen sucumbiendo a la falacia de que el poderío económico equivale al liderazgo militar. El liderazgo es más que el peso del PIB. El liderazgo significa liderar desde el frente y convencer a los demás de que lo sigan, pero actualmente Alemania parece hacer lo contrario. Espera a ver cómo reaccionan los demás y sigue cuando le parece más conveniente.

Se trata de una concepción distópica y reactiva del liderazgo que parece estar firmemente arraigada en las mentes de los políticos de Berlín.


La redada

Los organismos europeos de vigilancia de la privacidad han enviado una carta en la que solicitan que el Parlamento Europeo y el Consejo asignen más recursos financieros en el presupuesto del próximo año o se enfrenten a una pérdida de credibilidad en las normas de protección de datos de la UE.

La Comisión Europea propone una prohibición general de todos los productos fabricados con mano de obra forzada producidos en la UE o importados de terceros países, según un proyecto de propuesta visto por EURACTIV.

Dos destacadas ONG de transparencia han presentado una queja formal al Defensor del Pueblo Europeo en protesta por lo que califican de «decisión nocturna del 12 de septiembre de apresurar un paquete de nombramientos de altos cargos», incluido el puesto de secretario general yvarios directores generales.

La escalada de las hostilidades de décadas entre Armenia y Azerbaiyán el martes (13 de septiembre) ha alimentado los temores de que pueda estallar una segunda guerra en toda regla en la vecindad de Europa, además de la invasión rusa de Ucrania.

Por último, pero no por ello menos importante, no se olvide de consultar el informe de transportes de esta semana.

Esté atento a…

  • La Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pronunciará el discurso sobre el estado de la Unión Europea ante el Parlamento Europeo – EURACTIV ofrecerá una cobertura en directo del discurso y de los temas y políticas que von der Leyen aborde.
  • El Parlamento Europeo debatirá la «existencia de un riesgo claro de violación grave por parte de Hungría de los valores en los que se basa la Unión».
  • Reunión informal de ministros de Agricultura y Pesca.
  • La comisaria de Estabilidad Financiera, Mairead McGuinness, se reunirá con los miembros del PPE de la comisión ECON del Parlamento.

Las opiniones son del autor.