El gigante petrolero húngaro MOL demandará al gobierno eslovaco por el impuesto extraordinario

MOL y su filial eslovaca Slovnaft están trabajando en una demanda contra el gobierno por el nuevo impuesto inesperado, aprobado por el Consejo Nacional en diciembre, cuyo objetivo es recaudar fondos para ayudar con la energía cara a las industrias y hogares más afectados.

El caso puede basarse en parte en las declaraciones nacionalistas contra el propietario húngaro de Slovnaft realizadas por el ex ministro de Finanzas Igor Matovič en el Consejo Nacional.

«Nuestros abogados están analizando todo el proceso de adopción de la norma, especialmente en el contexto del debate en el Parlamento, donde el ex ministro de Finanzas presentó la medida como una regulación contra los propietarios húngaros. Precisamente desde este aspecto creemos que tendremos éxito en una posible demanda», explicó el portavoz de Slovnaft, Anton Molnár.

Durante el debate previo a la aprobación del impuesto, Matovič argumentó que, con él, Eslovaquia puede obtener más dinero de los propietarios húngaros.

MOL y Slovnaft quieren seguir adelante con el caso a pesar de que el Gobierno ha hecho varias concesiones respecto a su primera propuesta tras la presión de Slovnaft. El tipo impositivo se ha reducido del 70% al 55% y el periodo de cobro se ha limitado a sólo un año después. Esto significa que Slovnaft pagará el impuesto extra sólo durante 2022. Originalmente, el impuesto debía durar hasta 2025.

MOL quiere llevar el caso al tribunal de arbitraje de Washington y seguir así el ejemplo de Exxon Mobil. El gigante estadounidense presentó a finales de diciembre una demanda contra la UE para bloquear su impuesto temporal sobre los beneficios extraordinarios de las petroleras.

«Seguimos de cerca las informaciones de los medios de comunicación sobre ExxonMobil, que ha impugnado el reglamento de la UE ante los tribunales alegando que las autoridades comunitarias se han extralimitado en sus competencias y que estas soluciones a la crisis energética serán de hecho contraproducentes», declaró Molnár.

Slovnaft afirma que, aunque se ha bajado el impuesto, sigue siendo muy alto. La Comisión Europea recomendó a los Estados miembros el tipo mínimo del 33%. Alemania, por ejemplo, optó por un tipo mínimo, mientras que Austria fijó el impuesto en el 40%. Slovnaft exporta su producto a estos dos mercados y el elevado tipo impositivo eslovaco les perjudicará.

(Michal Hudec EURACTIV.sk)