Los esfuerzos diplomáticos del presidente francés Emmanuel Macron en respuesta a la guerra en Ucrania fueron un fracaso y «profundamente perjudiciales» para Kiev, dijo Anders Fogh Rasmussen, el ex secretario general de la OTAN, en una entrevista publicada el viernes (23 de septiembre).
«No fue un éxito», dijo Rasmussen, ex primer ministro danés que fue uno de los diplomáticos más importantes del mundo hasta que dejó la alianza transatlántica de defensa en 2014, declaró a la revista francesa Le Point.
Sus comentarios llegan después de las críticas, especialmente en el este de Europa, sobre cómo Macron mantuvo una línea abierta con el presidente ruso Vladimir Putin con llamadas telefónicas directas incluso después de la invasión de Ucrania y ha advertido contra la «humillación» de Rusia.
«Macron nos asombró al principio de la crisis con su, por decir lo menos, única y crítica declaración de que Putin no debía ser humillado y le ofreció una rampa de salida. Tales declaraciones fueron desastrosas y profundamente dañinas», añadió.
La oficina presidencial francesa no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Sin embargo, la arremetida de Rasmussen se produce en un momento en que Macron está recalibrando su mensaje y adoptando un tono más firme contra Moscú.
En un discurso pronunciado en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el líder francés reiteró su convicción de que los líderes mundiales debían mantener el diálogo con Rusia, y añadió que volvería a hablar con Putin en los próximos días para abordar la situación de seguridad relacionada con los reactores nucleares situados en las zonas de guerra de Ucrania.
Pero, según los observadores, el discurso de Macron, en el que acusó a Rusia de un imperialismo moderno e instó a las naciones en desarrollo a ponerse del lado de Moscú, marcó un cambio de tono.
Macron declaró que las conversaciones de paz sólo pueden funcionar si «se respeta la soberanía de Ucrania, se libera su territorio y se protege su seguridad.»
«Rusia debe entender ahora que no puede imponer su voluntad por medios militares», dijo Macron.
Rasmussen no se mostró convencido.
«Ha debilitado la cohesión internacional, y creo que ahora se arrepiente y trata de recuperar la iniciativa», dijo en la entrevista.
Tras el fin de su etapa en la OTAN en 2014, Rasmussen fundó Rasmussen Global, una empresa de consultoría política internacional. Recientemente visitó Ucrania.
