El Brexit ha agravado la escasez de médicos en Gran Bretaña, con un déficit estimado de 4.000 en las principales especialidades procedentes de países de la UE, según un estudio publicado el domingo (27 de noviembre).
Se produce en un momento en el que el servicio de salud financiado por el Estado NHS, que se encuentra en crisis, lucha tras años de infrafinanciación, con listas de espera récord para algunas atenciones hospitalarias debido a la pandemia de Covid, pero también por la falta de médicos y enfermeras.
En Nuffield Trust, un grupo de reflexión independiente sobre la salud, se centró en cuatro campos de la medicina -anestesia, pediatría, cirugía cardiotorácica y psiquiatría- en los que se había confiado especialmente en los médicos europeos antes de que el Reino Unido abandonara la Unión Europea.
El informe constató que en estas cuatro áreas, en las que la contratación ya suponía un reto, «el aumento del personal de la UE y de la AELC (Asociación Europea de Libre Comercio) se ralentizó, quedando por debajo del aumento previsto».
Si la tendencia observada antes del Brexit hubiera continuado, debería haber habido más de 41.000 médicos de la UE o la AELC (Noruega, Suiza, Islandia y Liechtenstein) inscritos en 2021, es decir, al menos 4.000 más de lo que mostraban las cifras.
«La campaña y el resultado del referéndum sobre la UE es la razón obvia del cambio de tendencia en torno a 2015 y 2016», señala el estudio, encargado por el diario The Guardian.
Destacó la incertidumbre inicial sobre las nuevas normas de circulación de personas, seguida por el endurecimiento de las normas de visado y el «deterioro de las condiciones de trabajo» en el sistema sanitario.
«Los resultados sugieren que el estancamiento del número de médicos de la UE en estas especialidades ha exacerbado la escasez existente en áreas en las que el NHS no ha podido encontrar suficiente personal cualificado en otros lugares», añadió.
El Royal College of Nursing anunció la semana pasada que sus miembros realizarían el mes que viene la primera huelga en los 106 años de historia del sindicato en Inglaterra y Gales, alegando los salarios, las condiciones y la escasez crónica de personal.
