¿Cómo puede la agricultura europea dejar de depender de los fertilizantes importados?

La propuesta de resolución del Parlamento Europeo sobre la disponibilidad y asequibilidad de los fertilizantes ofrece la oportunidad de reconocer la importancia de los fertilizantes minerales de producción nacional y allanar el camino para el plan de acción a largo plazo de Europa para una autonomía estratégica en materia de fertilizantes y alimentos con bajas emisiones de carbono.

Los fertilizantes minerales contribuyen a alimentar al 50% de la población mundial, mejorando la fertilidad del suelo y proporcionando a las plantas los nutrientes que necesitan para que los agricultores puedan cultivar cosechas de alta calidad que lleven alimentos a las mesas europeas.

El año pasado fue extremadamente difícil para el sector de los fertilizantes: los elevadísimos precios del gas en la UE provocaron el cierre de cerca del 70% de las plantas de producción de amoniaco en Europa a finales de agosto de 2022, sumiendo a la UE en un estado de gran incertidumbre y preocupación por la seguridad alimentaria tanto a nivel europeo como mundial. A pesar de una corrección significativa de los precios del gas en Europa, la situación sigue siendo incierta con más de un tercio de la capacidad de producción de la UE que permanece fuera de servicio.

La Comunicación de la Comisión Europea sobre cómo garantizar la disponibilidad y asequibilidad de los fertilizantes fue un buen punto de partida. Ahora es el momento de dar un paso más con una estrategia global para apoyar a la industria europea de fertilizantes, romper su dependencia de los fertilizantes importados y, en particular, de los fabricados en Rusia, y prevenir el riesgo de fuga de carbono.

La pelota está ahora en el tejado del Parlamento Europeo, que a través de la votación de esta semana de la propuesta de resolución sobre la comunicación de la Comisión de fertilizantes, puede ayudar a dar forma al futuro más verde del sector europeo de fertilizantes.

Evitar las fugas de carbono estimulando las inversiones verdes

Europa lidera el proceso de descarbonización industrial, que representa el núcleo de los objetivos medioambientales y climáticos de la UE establecidos en el Pacto Verde.

Cambiar el proceso de producción de fertilizantes promoviendo el uso de energías renovables, no solo permitirá reducir la huella de carbono de los fertilizantes hasta en un 90%, sino que también representará el cambio de juego para alejarse de la dependencia de la UE del gas ruso y de las materias primas importadas, y de todas las consecuencias que dicha dependencia conlleva.

En esta fase, el apoyo público a la inversión y a los costes operativos es necesario para ampliar las nuevas tecnologías que ya han sido identificadas por los fabricantes europeos. Esta medida aumentaría la resistencia y la sostenibilidad de la industria de los fertilizantes nitrogenados y evitaría el riesgo de fuga de carbono que supondría el desplazamiento de la producción de fertilizantes nitrogenados a países con normas medioambientales menos estrictas y/o incentivos preferenciales a la inversión verde.

Abonos minerales y orgánicos: mejor juntos

Al igual que los seres humanos necesitan alimentos, las plantas también necesitan nutrientes para crecer y alcanzar todo su potencial. Dichos nutrientes pueden proceder de fuentes minerales u orgánicas, que representan diferentes piezas de un mismo puzzle. El objetivo de una nutrición vegetal equilibrada es garantizar que las plantas tengan acceso a un suministro adecuado de cada nutriente en cada estado de crecimiento, independientemente de si su origen es mineral o biológico.

Por lo tanto, para lograr resultados óptimos, se ha demostrado que una combinación de ambas fuentes es la estrategia más eficaz para garantizar el equilibrio correcto de nutrientes para que los cultivos crezcan sanos y con todo su potencial, al tiempo que se mantiene la fertilidad del suelo.

Para reducir las pérdidas de nutrientes en el medio ambiente, es imperativo centrarse en mejorar la eficiencia del uso de nutrientes de ambas fuentes de fertilizantes. La fertilización de precisión, los servicios de asesoramiento y las formulaciones de nuevos productos tienen como objetivo maximizar la eficiencia del uso del nitrógeno y reducir las emisiones al medio ambiente, lo que representa la mejor forma de satisfacer las necesidades de nutrientes de los cultivos. Esta es también la mejor estrategia para aumentar la eficacia y reducir las pérdidas en un 50%, tal y como se recoge en la estrategia «De la granja a la mesa».

Mantener los derechos de importación para garantizar la igualdad de condiciones y reducir la diferencia de costes del gas.

Dado que el gas natural representa alrededor del 90% de los costes variables en la producción de fertilizantes, los precios de estos últimos dependen en gran medida de los precios del gas en la actual crisis del gas. Los fabricantes europeos están muy expuestos a la brecha de los costes del gas, ya que pagan precios del gas de economía de mercado al nivel de la crisis, mientras que sus competidores a menudo disfrutan de precios del gas fijados por el Estado artificialmente bajos.

En el complejo contexto geopolítico que estamos viviendo, las herramientas de defensa comercial adquieren una relevancia especial, ya que representan la forma más viable de garantizar la igualdad de condiciones en el mercado de la UE y de reducir la exposición de la industria de la UE a la competencia desleal.

El levantamiento de las medidas antidumping y de los derechos de importación -como también reconocela Comisión Europea- no haría sino poner en peligro la competitividad de la industria europea de fertilizantes y su capacidad para seguir suministrando a los agricultores europeos los nutrientes que necesitan para obtener rendimientos de alta calidad. En última instancia, esto llevaría a Europa a depender totalmente de los fertilizantes importados, sustituyendo la dependencia del gas por la dependencia de los fertilizantes.

Como confirma el reciente aumento de las importaciones, las medidas de defensa comercial no impiden las importaciones: entre agosto y octubre de 2022, las importaciones de urea aumentaron un 247% en comparación con el mismo periodo de 2021. Este aumento es negativo para los productores de fertilizantes, los agricultores y los objetivos medioambientales de la UE, teniendo en cuenta la mayor huella medioambiental de los fertilizantes importados en comparación con los fertilizantes producidos en Europa.

La industria de los fertilizantes es una industria vital para Europa y desempeña un papel crucial para garantizar la autonomía estratégica de la UE. Dado que Europa ya es un importador neto de fertilizantes, los responsables políticos deberían abstenerse de tomar medidas que perjudiquen aún más la competitividad de la industria nacional de fertilizantes. En su lugar, es necesaria una estrecha cooperación y un diálogo proactivo entre las empresas y los responsables políticos para desarrollar una estrategia sectorial a largo plazo. Esta estrategia es un prerrequisito para proporcionar argumentos empresariales a favor de la inversión en Europa, así como para ofrecer una dirección clara para que la industria contribuya a alcanzar los objetivos europeos del Pacto Verde.