Bulgaria no sanciona a los rusos desde 2014

Bulgaria no ha impuesto sanciones a ciudadanos o empresas rusas que figuren en la lista de sanciones de la UE desde que se impusieron por primera vez tras la anexión de Crimea en 2014, según las respuestas facilitadas por la agencia tributaria nacional en respuesta a una consulta de acceso a la información presentada por EURACTIV y Mediapool.bg.

En total, la UE ha sancionado hasta ahora a 1.386 ciudadanos y 171 empresas rusas, así como a todas las personas físicas y jurídicas relacionadas. El año pasado congeló más de 300.000 millones de euros de bancos rusos y 20.000 millones en activos pertenecientes a oligarcas rusos. Incluso Hungría, que a menudo defiende posiciones favorables a Rusia, congeló activos rusos por valor de más de 900 millones de euros.

En Bulgaria, cerca de 300.000 rusos poseen más de 500.000 propiedades, según los últimos datos publicados por las autoridades en 2019, pero la agencia tributaria, aunque reconoce que debería aplicar el reglamento de la UE sobre sanciones, no lo ha hecho por ahora.

Mientras que el ordenamiento jurídico búlgaro solo prevé un procedimiento para embargar activos y no para congelarlos, los países de la UE como Bulgaria deben aplicar directamente los reglamentos de la UE sobre sanciones, lo que significa que las autoridades fiscales deben iniciar procedimientos de congelación incluso si ninguna regulación nacional prevé tales procedimientos, dijeron abogados a EURACTIV.

Además, la agencia tributaria no ha emitido ni un solo acto sancionador en los últimos ocho años, según las respuestas de la agencia en el marco de la investigación.

En caso de imponer sanciones en el futuro, la agencia afirmó que no revelaría los nombres ni los activos de los posibles sancionados, ya que dichos datos son personales y, por tanto, están protegidos por la Directiva General de Protección de Datos (GDPR) de la UE.

Sitio de investigación Bird.bg ya reveló algunos de los nombres de la lista de sanciones de la UE.

Entre ellos figuran Sergey Chemezov, Maxim Topilin, Vladimir Pligin y Alexey Chepa, que poseen propiedades a lo largo del Mar Negro a través de sus familiares, Bird.bg informó en abril del año pasado.

«No es sorprendente que Bulgaria no parezca aplicar sanciones de la UE contra personas y empresas de la Federación Rusa. Es obvio que las autoridades búlgaras no se atreven, no quieren y no tienen los procedimientos y la capacidad para aplicar las sanciones», comentó Ruslan Stefanov, del think tank búlgaro Centro para el Estudio de la Democracia (CSD) a EURACTIV y Mediapool.

«Se espera una señal al respecto desde el más alto nivel político para cualquier acción, y tal no sólo no llega por el momento, sino incluso al contrario: las señales apuntan a que el Gobierno búlgaro querría suavizar o cancelar las sanciones a Rusia», añadió Stefanov.

«El ejemplo más claro es el inexplicable deseo de negociar con Gazprom, que se produjo el verano pasado, y la solicitud de derogación de las sanciones para la refinería Lukoil Neftohim de Burgas, de propiedad rusa. La derogación fue hecha y defendida por los gobiernos búlgaros, a pesar de la falta de fundamentos y necesidad de la misma», añadió.

(Krassen Nikolov EURACTIV.bg)