A pesar de la pandemia de COVID-19 y de las medidas restrictivas que empeoraron el bienestar mental de los ciudadanos europeos, la UE no tiene un plan global para abordar este problema acuciante. Un grupo de eurodiputados reclama un cambio, ya que la salud mental suele quedar eclipsada por otras enfermedades.
“Alrededor del 16% de la población europea tenía problemas de salud mental antes de la pandemia de COVID-19. Esa cifra se ha duplicado en los últimos años. Esa cifra se ha duplicado en los últimos dos años, lo que la convierte en uno de los problemas de salud de más rápido crecimiento en la actualidad”, dijo el eurodiputado checo de democristianos y también copresidente de la Alianza Parlamentaria para la Salud Mental, Tomáš Zdechovský, a EURACTIV.cz.
La Alianza por la Salud Mental del Parlamento Europeo se creó en 2009 como Grupo de Interés del Parlamento Europeo sobre Salud Mental, Bienestar y Trastornos Cerebrales. Su objetivo es reunir a los eurodiputados y a las partes interesadas que abogan por el desarrollo de políticas de la UE que contribuyan a la prevención de las enfermedades mentales.
“Según muchos expertos destacados, es la pandemia de la crisis mundial de salud mental que sigue a la pandemia de COVID-19”, señaló Zdechovský.
Una resolución del Parlamento Europeo de julio de 2020 pedía a la Comisión Europea que elaborara un plan de acción de salud mental para el periodo 2021-2027, pero todavía no se ha publicado.
“Dado el impacto de la pandemia mundial, necesitamos un enfoque coordinado de la UE en materia de salud mental. Es hora de que la Comisión presente un documento completo que aborde acciones y recomendaciones concretas”, dijo Zdechovský.
La DG SANTE de la Comisión Europea ha creado una red en su Plataforma de Política Sanitaria para debatir las prácticas de salud mental relacionadas con la pandemia. Además, el presupuesto de la UE está financiando reformas y proyectos de investigación sobre salud mental en varios Estados miembros de la UE.
Sin embargo, los legisladores afirman que estas actividades no son suficientes.
“En este momento, la gobernanza de la salud mental está fragmentada en toda la UE, y sin embargo, crear sinergias sería muy beneficioso para todos”, añadieron Checa S&D la eurodiputada Radka Maxová, que también copreside la Alianza por la Salud Mental del Parlamento Europeo.
Coste de los problemas de salud mental: 600.000 millones de euros al año
Los legisladores advierten que el aumento de la ansiedad, la depresión y otros problemas de salud mental no sólo afecta a la vida de los ciudadanos, sino también a la economía europea. Según Zdechovský, se calcula que los costes socioeconómicos asociados a los problemas de salud mental superan los 600.000 millones de euros al año, lo que supone más del 4% del PIB de la UE.
“Una mala salud mental conlleva importantes costes económicos debido a la menor productividad y a los gastos sociales y sanitarios. Se trata de una estrategia global a nivel de la UE que podría tener en cuenta el impacto intersectorial de las diferentes medidas políticas sobre la salud mental y ayudarnos a salir fortalecidos de la crisis del coronavirus, impulsando el empleo y la resiliencia de la sociedad”, añadió la eurodiputada checa Maxová.
La salud mental será una de las prioridades de la Presidencia checa de la UE en el segundo semestre de 2022. Además, los eurodiputados checos quieren asegurarse de que la salud mental reciba la atención que merece a nivel europeo el próximo año, ya que abogan por que 2023 sea el Año Europeo de la Salud Mental, una idea impulsada por la organización europea de salud mental GAMIAN-Europa.
En recientes respuestas escritas a los eurodiputados, la Comisión declaró que la financiación de proyectos de investigación o el apoyo a las políticas sanitarias de los Estados miembros de la UE son más prioritarios que la iniciativa del Año Europeo de la Salud Mental.
Juventud vulnerable
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el 67% de las personas afirman no recibir el apoyo de salud mental que necesitan. La inaccesibilidad a la atención de salud mental se ha ampliado durante la pandemia debido a la limitación de los contactos sociales.
Por ejemplo, en Chequia, durante la pandemia surgieron varios proyectos nuevos que abordan esta cuestión, como los servicios gratuitos de expertos en línea o los seminarios web sobre salud mental. Entre los ejemplos más destacados está “Mi guía de salud mental”, un sitio web desarrollado por expertos del Instituto Nacional Checo de Salud Mental, en el que la gente puede hacerse la prueba de un trastorno mental de forma gratuita mediante un sencillo cuestionario.
La pandemia afectó especialmente a la generación más joven en términos de salud mental. Según el informe de la OCDE de mayo de 2021, la incidencia de los problemas de salud mental entre los jóvenes de 15 a 24 años se duplicó durante la pandemia en la mayoría de los países.