Las PYMES necesitan una mejor conectividad y habilidades para adoptar la transición digital, según los expertos

Si bien la pandemia de COVID-19 aceleró la digitalización de las PYME en la UE, los expertos sostienen que la atención de los responsables políticos debe centrarse ahora en las infraestructuras y la educación para salvar la brecha digital que aún existe.

Los 25 millones de PYME que operan en la UE “aún no están totalmente equipados para hacer frente a las necesidades de nuestra transición digital”, señaló Outi Slotboom, del servicio de mercado interior y PYME de la Comisión Europea.

Junto con otros ponentes que intervinieron en un acto organizado por EURACTIV, Slotboom subrayó que las infraestructuras y las competencias son los dos ámbitos en los que los responsables políticos deben colaborar para que las PYME den un paso más hacia la digitalización completa.

Según las cifras de la Comisión de antes de la pandemia, el 17% de las PYME había integrado con éxito las tecnologías digitales, frente al 54% de las grandes empresas.

“El Covid-19 ha servido para abrir los ojos” sobre la brecha digital y la brecha del conocimiento, dijo la eurodiputada socialdemócrata Josianne Cutajar.

Murielle Lorrilloux, EU Cluster and Enterprise Americas & Asia Pacific Director at Vodafone Business, argumentó que las infraestructuras, y en concreto el acceso a la conectividad, es uno de los elementos que provocan el retraso de las PYMES en su digitalización.

“Es realmente crítico tener acceso a la conectividad de alta velocidad”, dijo, haciendo hincapié en que este acceso debe ser asequible. “Esta es la base de cualquier transición digital posterior”, añadió.

“Tenemos que ir un paso más allá de la conectividad”, añadió Sebastiano Toffaletti, Secretario General de la Alianza Europea de PYMEs DIGITAL, afirmando que “la digitalización significa reinventar el modelo de negocio de las empresas para generar valor a través de la tecnología.”

Los responsables políticos también deberían centrarse en el desarrollo de competencias, lo que se traduciría en un mayor número de especialistas en TIC en todo el bloque para satisfacer la creciente demanda de personas cualificadas, pero también en la educación de la sociedad en su conjunto para aprovechar al máximo las oportunidades de la revolución digital.

“No todos los problemas pueden resolverse con más dinero”, advirtió Sjoerd Hauptmeijer, CEO & fundador de The Young Digitals. Los Estados miembros deberían “replantearse la forma de organizar la educación en materia de competencias digitales” cuando se trata de la enseñanza escolar o de la formación que se ofrece a los profesionales en una fase posterior.

Fondo de recuperación: un “cambio de juego”

“La brecha ha disminuido, pero mientras haya una brecha digital, tenemos que seguir abordándola”, dijo el eurodiputado Cutajar, añadiendo que “las PYMES se enfrentan a algunos retos comunes”, pero las diferencias se mantienen a nivel nacional.

Los datos muestran que los Estados miembros no están todos en la misma fase de digitalización.

El pasado mes de noviembre, la Comisión Europea publicó su Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI) de 2021, en el que se evalúa el rendimiento digital de la UE27.

Dinamarca, Suecia e Irlanda encabezaron la clasificación general, mientras que Grecia, Bulgaria y Rumanía quedaron en último lugar, pero aparecen enormes discrepancias cuando se trata de competencias digitales o redes de alta capacidad.

El índice de 2021 se ajustó para reflejar los cuatro puntos principales de la “Brújula Digital”: competencias, infraestructuras, transformación digital de las empresas y servicios públicos. Esta estrategia, presentada el pasado mes de marzo, plantea objetivos cuantificados que los Estados europeos deben alcanzar para 2030, como que el 80% de sus ciudadanos tengan competencias digitales básicas o que “el gigabit sea para todos, el 5G en todas partes”.

En este sentido, el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia posterior a COVID será un “cambio de juego”, argumentó Slotboom de la Comisión.

Los fondos de 672.500 millones de euros se distribuyen entre los países de la UE para mitigar las consecuencias económicas de la pandemia. Al menos el 20% de ese dinero se dedicará a la transición digital y a la consecución de los objetivos de la “Brújula Digital”.

Sin embargo, el gigante de la consultoría Deloitte estimó el pasado verano que las inversiones propuestas por los Veintisiete no alcanzan estos objetivos.